¡¡ Torpeza suprema !!
Lo sucedido estos días en el TS me hace poner negro sobre blanco sin poder evitar que mi rostro esboce una media sonrisa de complacencia al comprobar que mi anterior artículo publicado en este medio con fecha 20 de abril de 2018 y bajo el título "La PAH de Criptana aclara las vías de escape de las entidades financieras", no estaba exento de razón. Dicho artículo pretendía sintetizar de manera cronológica lo acaecido en materia hipotecaria desde la sentencia dictada por nuestro Alto Tribunal en mayo de 2013 (cláusulas suelo) hasta nuestros días, intentando hacer ver al lector lo que, a mi juicio no es otra cosa, más que una trama con tintes de novela negra cuyos protagonistas son el poder político y el judicial. Entre ambos (los primeros legislando un Real Decreto-ley 1/2017 de 20 de enero de Medidas Urgentes de Protección de Consumidores en materia de cláusulas suelo para procurar contentar, engañosamente, el ánimo del consumidor ante lo "indebidamente cobrado" por la banca, y los segundos creando, cinco meses más tarde, a través de la Comisión Permanente del CGPJ cincuenta y cinco juzgados especializados en Condiciones Generales de la Contratación para reforzar las medidas empleadas en la devolución del suelo) lo han bordado para que la banca devuelva lo mínimo y de la manera más cómoda, provocando de esta manera el desaliento del consumidor. Eso sí, al menos, lo han hecho de manera muy sutil. En efecto, a día de hoy es incontestable el rotundo fracaso de los juzgados especializados para la devolución del suelo debido a la masificación de demandas, prácticamente desde el inicio de su creación, tanto es así que en algunas provincias existen ya señalamientos hasta el 2020. Esto, no cabe duda, desazona al consumidor y puede motivarle a llegar a un desventajoso acuerdo con su entidad bancaria para cobrar lo antes posible.