El alcazareño Antonio Moreno es uno de los comisarios de la exposición

La sede de la ILE acoge una exposición sobre la revolución educativa que supuso el Instituto Escuela

“Laboratorios de la nueva educación” es el título de la exposición que podrá visitarse hasta abril de 2020, en la sede de la Institución Libre de Enseñanza en Madrid. Una muestra, con motivo del centenario del Instituto Escuela, con sello y huella manchega. Uno de los comisarios es el alcazareño Antonio Moreno, quien recibió a la alcaldesa de Alcázar de San Juan y le explicó la influencia que tuvieron en este proyecto educativo nombres como el ciudadrealeño José Castillejo o el alcazareño Tomás Tapia.

El Instituto Escuela fue creado en el año 1918 por la Institución Libre de Enseñanza (ILE) con el fin de reformar una educación pública, estancada durante décadas, en una época con un alto porcentaje de analfabetismo, siendo capaces de generar un proyecto innovador que fue tomado como ejemplo educativo por muchos países europeos. “Es algo que deberíamos aprender ahora, porque tampoco tenemos en la actualidad el sistema educativo más favorable”, apunta el alcazareño Antonio Moreno, uno de los comisarios de la exposición “Laboratorios de la nueva educación”.

En el Instituto Escuela no había libros de texto, ni exámenes. El alumnado trabajaba en cuadernos individuales donde apuntaban todo, incluso realizaban herbarios. El objetivo era formar personas creativas, críticas y participativas, no máquinas acumuladoras de conocimientos. La pedagogía que se aplicaba en esta institución se adelantó a su tiempo, abriendo la escuela a la comunidad, introduciendo materias como la música, la educación física, los trabajos manuales e incluso la ecología, a través de las conocidas colonias de verano o las visitas al campo. Quitaron los muros de la escuela y convirtieron las aulas en auténticos lugares de aprendizaje, lejos del “modelo rígido, casi carcelario” o de la “instrucción disciplinada” de los centros convencionales. “Se pretendía que la escuela fuera tuviera un entorno social más participativo. La familia, la sociedad, los empresarios… todos tenían algo que decir a los escolares”, apunta Moreno.

“La responsabilidad educativa es formar personas para la vida, para lo que la participación es fundamental”. Una participación que en el Instituto Escuela tuvo dos direcciones, de dentro a fuera –a través de visitas a diferentes recursos de la ciudad, como teatros, museos o fábricas- y de fuera hacia dentro, recibiendo a figuras destacadas en diferentes campos de las artes, las letras y las ciencias. Por el Instituto Escuela pasaron nombres tan insignes como Valle-Inclán, Unamuno, Lorca, Juan Ramón Jiménez, Ignacio Bolivar, Ramón y Cajal, Madame Curie o Einstein.

El espíritu de la ILE contó también con el empuje y el talento manchego y alcazareño desde su creación. Uno de los socios fundadores –o “propietario” como reza en el acta de constitución- fue un alcalde alcazareño, Antonio Castillo. También tuvo cierta influencia en el proyecto otro alcazareño, Tomás Tapia, profesor de Giner de Los Ríos y uno de las personas que infunde el principio del krausismo en la cultura institucionista. De Ciudad Real era José Castillejo, secretario de la Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas de la ILE, promotor de la Escuela Plurilingüe y la Escuela Internacional. Un activista que luchó para hacer realidad el proyecto del Instituto Escuela. “Un tipo peculiar”, tal y como lo describe Antonio Moreno, ya que en su casa tenía un olivar y viñas. Castillejo, a través de su padre que era ingeniero de ferrocarriles, tenía relación con la familia Espadero de Alcázar, primos a su vez de Tomás Tapia.

Un ambicioso proyecto que se fue al traste después de la II República, la Guerra Civil y la dictadura franquista, que depuró a la mayor parte de quienes impulsaron esta revolución educativa. Aunque la ILE y el Instituto Escuela dejaron un poso que “fue copiado bajo cuerda”, asegura Moreno y exportado a otros países, especialmente de Sudamérica, como México o Argentina. “Sudamérica se benefició mucho del exilio español”.

La alcaldesa de Alcázar de San Juan, Rosa Melchor, visitó la exposición acompañada por el concejal de Medio Ambiente, Pablo Pichaco y destacó que el espíritu de la ILE “nos marca el camino a seguir, especialmente en una ciudad educadora como es Alcázar de San Juan”. La primera edil destaca el valor el material que se expone en la muestra, parte de él cedido por Antonio Moreno, e invita a acercarse a Madrid a conocer el proyecto que forma parte de la historia de la pedagogía española.

La exposición reúne materiales del Instituto Escuela: cuadernos del alumnado, juegos, dibujos, libros de consulta, esculturas, documentos, maquetas, diferentes materiales escolares, fotografías y proyecciones audiovisuales de la época o creadas para la muestra. Materiales que proceden de instituciones y centros educativos públicos y privados, además de colecciones particulares. Partiendo del relato cronológico de la creación de los laboratorios de la nueva educación y sus propuestas educativas innovadoras; la exposición se organiza en torno a cuatro ejes temáticos: la educación integral, el entorno de la escuela, el alumno como protagonista y la figura de un nuevo maestro.

Esta muestra, organizada por la Fundación Francisco Giner de los Ríos, puede visitarse en la sede de la ILE, en el Paseo General Martínez Campos, 14 de Madrid, hasta el mes de abril de 2020.

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