En plena crisis, cuando hasta el gobierno se afana en buscar la fórmula con la que arañar unos céntimos al precio de algunos alimentos de primera necesidad (pan, leche, huevos, carne y pescado) a los que muchos miles de familias no llegan, malsuenan sueldos de hasta veinticinco veces el SMI cuyos perceptores además de talentosos parecen tener buenas despabiladeras.
Perjudiciar: Cuando la justicia falla en contra de una de las partes litigantes (y a favor de la contraria, claro).
La entrevista, a la que habría que considerar como género literario propio, requiere, como condición previa una documentación lo más amplia posible por parte del entrevistado (¡me alegro de que me haga usted esa pregunta!) y cierto nivel de conocimiento del tema por parte del entrevistador. Ser periodista, como ser escritor, es tener todos los oficios. O casi.
Carníbal: Máscara carnavalera disfrazada de antropófago. Obligatorio el uso de taparrabos, como atuendo mínimo.
Un “mayor” con una buena cabellera es menos mayor y puede dar lugar a curiosas formas de envidia. Se puede envidiar a Vargas Llosa más que por el premio Nobel, o por sus ligues de octogenario, por su pelambre canosa siempre bien peinada. Cada cabello en su sitio.
Aerotrasto: Artefacto de forma variable que se mantiene en el aire gracias al poco peso de lo que guarda en las tripas; casi siempre es abatido por cazas americanos.
Asnalfabéstico: Cuando los burros rebuznan por orden alfabéstico.
Sus ojeras no eran de dormir, eran de soñar.
Se cumple un año de la guerra en Ucrania (24.2.23) y me viene a la memoria el historiador sevillano Rafael Núñez Florencio: “La guerra de cerca es lo más lejano a un episodio épico, a una disputa heroica. Es sucia, rastrera, mezquina, monótona”.
Felicito a mi pueblo –y me felicito– por su integración en la Red de Pueblos Mágicos de España que con su logo policolor reconoce el amplio abanico de sus capacidades dentro del Plan de Sostenibilidad Turístca que constituye su patrimonio natural.
Cómo llamar a Dios: Saltó la polémica. Dios es un masculino y no les vale. Tampoco el que Jesús lo llamara Padre Nuestro. Menos mal que el pueblo llano zanjó la cuestión desde el principio. Para la gente de a pie, incluso para los ateos, si los hubiera, algo hay por ahí arriba que gobierna el Universo. Y para ellos, Dios es eso: Algo. Lo del nombre es lo de menos.
Del libro inédito: “Aforismos, greguerías y otras escrituras”.
