Alcázar de San Juan: Corazón de La Mancha

Una buena mente y un buen corazón siempre

serán una formidable combinación

NELSON MANDELA

 

En los primeros tiempos de la década de los sesenta, nació el eslogan Corazón de la Mancha. Unos años más tarde, el Boletín Oficial del Estado, Gaceta de Madrid, en su número 185, con fecha, jueves 4 de agosto de 1966, en la sección referente al Ministerio de Información y Turismo, publicaba la siguiente ORDEN, firmada por el titular de entonces, Manuel Fraga Iribarne:

… “11 de julio de 1966 por la que se inscríbe en el Registro denominaciones Geoturísticas la denominación Alcázar de San Juan, Corazón de La Mancha, solicitada por el señor Alcalde-Presidente del Ayuntamiento de Alcázar de San Juan (Ciudad Real)”.

 D. Manuel Rubio Herguido, tenaz investigador y erudito de la historia de Alcázar, escribía en septiembre de 1966 en la décimo quinta publicación del Centro de Estudios Alcazareños, las siguientes líneas:

“Firmeza, estabilidad y entereza, llaneza, sinceridad y buena fe, son las naturales virtudes del “Corazón de esta tierra”, que prestó a Cervantes sus esencias, para que, idealizándolas, creara la universal figura que, a caballo de Rocinante, ha recorrido todos los meridianos”.

El eslogan Corazón de La Mancha, refleja los valores de la ciudad consiguiendo que el receptor lo asocie a sentimientos positivos. Su mensaje despierta sensaciones y emociones como las manifestadas por varios de sus vecinas y vecinos. A título de ejemplo señalamos alguna de ellas: “Satisfacción, felicidad, bienestar, acogimiento y orgullo de pertenencia”, “Alcázar tiene todo para que una persona se sienta feliz: tranquilidad, deporte, cultura, vecindad, acogimiento, solidaridad”, “Alcázar de mis entrañas, de mis escapadas, de mis recuerdos y nostalgias y de mi ayer siempre presente”, “Mi pueblo lo siento como la luz que ilumina mi espíritu”, “Los amaneceres precoces que me despiertan cada mañana me dan alegría”, “Qué hermoso resulta escuchar las voces: ¡Jumaera! ¡Bacín! ¡Alcagüete!¡Ande fiste!”, “Nuestro pueblo siempre nos despierta sensaciones inolvidables”, “Es mi ciudad y en ella pienso emprender mi vida cuando termine mis estudios”.

Situándonos en el siglo XVII, nos parece interesante recordar lo que nuestro escritor e investigador D. Luís Miguel Román Alhambra, que con tanta maestría y sentimiento da a conocer sus pensamientos a través de sus obras, en el trabajo titulado Don Quijote en el corazón de la Mancha escribe:

“…Olvidar, o no intentar comprender, la imagen que del territorio nos describe Cervantes es alejarnos de la verdadera Mancha de don Quijote, en cuyo corazón está la Cueva de Montesinos”.

Más adelante Román Alhambra continua:

“… Lo que no cabe duda, y muy a menudo es olvidado, es que el espacio geográfico conocido por Cervantes, la Mancha, tiene en su corazón, en su centro, a la Cueva de Montesinos. Sencillamente porque así la conoce Cervantes”.

Concretamente el del capítulo XXII de la segunda parte, que dice así:

«Donde se cuenta la grande aventura de la cueva de Montesinos, que está en el corazón de la Mancha, a quien dio feliz cima el valeroso don Quijote de la Mancha»

“Existe un azulejo, en la antigua biblioteca pública al aire libre situada en el parque Cervantes de Alcázar de San Juan, cuya fotografía y autoría, se ha tomado de la misma publicación, referido a Don Quijote en el corazón de la Mancha donde puede observarse un pasaje de la Cueva de Montesinos”.

Nuestro cerebro nos hace experimentar muchas sensaciones a lo largo del día. Al fin y al cabo, forma parte de nuestra naturaleza. El peso de los sentimientos, las emociones o los afectos en nuestra comprensión cotidiana, es un tema que, por lo menos en mi persona, tienen un papel importante. Si queremos encontrarnos vivos hemos de sentir: Preocupaciones, alegrías, amor… porque nacen de la conciencia, y ello nos hace ser capaces de interpretar lo que ocurre a nuestro alrededor.

Hace mucho tiempo decidí que ocultar los sentimientos es una cosa bastante absurda. Así que, quiero contarles como siento el lugar donde nací. Alcázar de San Juan es una ciudad con un gran corazón, donde la solidaridad, el compromiso y la alegría son valores fundamentales. Que nos saludamos con un Aaaaaai (hola) con amigos un poco abotargaos, con un "Arrea, pero ¡qué me dices!" mostrando cierta sorpresa al volver a vernos, que nos gusta mucho calesear por las calles del pueblo, y que las cosas, a veces, no están para tirar cobetes…un lugar que me ha marcado para siempre y que me hace sentir orgulloso de ser de aquí... me evoca recuerdos entrañables y que me llena de energía positiva cada vez que paseo por sus calles... un lugar para vivir la vida con una sonrisa en el rostro y la felicidad en el corazón…

Una ciudad llena de oportunidades y abierta al mundo que acoge a cualquier visitante con los brazos abiertos y que deja una huella imborrable en todos aquellos que tienen la oportunidad de conocerla. Que alberga una comunidad solidaria y comprometida. Pero si hay algo que realmente caracteriza a sus ciudadanos, es su gran corazón. Los/as alcazareños/as somos personas muy cercanas, amables y hospitalarias, dispuestas siempre a echar una mano a quien lo necesite.

Si algo hemos hecho sus habitantes en todos los tiempos ha sido, sin duda, tratar de exportar nuestra buena y bien ganada imagen. Cualquier persona que nos relaciona con Alcázar de San Juan, tiene un buen concepto de nuestro pueblo, nuestra estación y nuestras gentes. Desde épocas anteriores, así había sido, aunque antes las noticias tardaban más tiempo en comunicarse.  Desde que las nuevas tecnologías han llegado a nuestras vidas todo resulta más sencillo. Ahora disponemos de Google, WhatsApp, YouTube, Facebook, Twitter e incluso Instagram y Tik Tok.

Tenemos una gran capacidad de sufrimiento y el espejo de Don Quijote nos refleja un valor heroico que asumimos por mucho que nos aprieten. Y nos sentimos orgullosos de ello.

Nuestra filosofía es puro Quijote. «Don Quijote discurría con la voluntad. y al decir «¡Yo sé quién soy! ¡no dijo sino «Yo sé quién quiero ser!» Y es el quicio de la vida humana toda: saber el hombre lo que quiere ser. Te debe importar poco lo que eres; lo cardinal para ti es lo que quieras ser.» (Unamuno, p.39).

Somos acogedores/as, generosos/as, perseverantes, ingeniosos/as, honrados/as, leales, que no nos caemos, nos pegamos una costalá y de vez en cuando nos quedamos traspuestos, reconocemos las virtudes ajenas, nos sentimos orgullosos/as de la tierra que nos vio nacer. No nos importa si, en nuestro afán de defender la verdad, nos derrotan. Difícilmente podrán con nuestro espíritu, y aceptamos nuestros fracasos con verdadero espíritu deportivo.

…“Todas estas, y otras grandes y diferentes hazañas son, fueron y serán obras de la fama que los mortales desean como premios y parte de la inmortalidad que sus famosos hechos merecen, puesto que los cristianos, católicos y andantes caballeros más habemos de atender a la gloria de los siglos venideros, que es eterna en las regiones etéreas y celestes, que a la vanidad de la fama que en este presente y acabable siglo se alcanza; la cual fama, por mucho que dure, en fin se ha de acabar con el mesmo mundo, que tiene su fin señalado…”(DQ II, Cap. 8)

Es tiempo de que cada uno de nosotros/as continúe difundiendo por el medio de comunicación que considere más pertinente que, en nuestro pueblo, sincero, sociable y activo, se saben hacer las cosas y además se hacen muy bien. Trato de imaginar la fuerza de miles de personas, hablando en estos términos.

Personalmente, y dado que es gratis, sueño con un Alcázar de San Juan lleno de jóvenes que se sientan alcazareños/as, que están desarrollando su actividad personal y profesional en el Corazón de La Mancha - muchas generaciones anteriores no pudimos hacerlo -. Invitamos a la diáspora dispersa por el mundo, a que no dejemos de pensar en ello. En definitiva, que se ejercite el ser alcazareño/a presencial con verdadero orgullo de pertenencia.

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