Cartas al director

Sr. Director...

Esa gran estupidez llamada Carrera de la mujer.

El año pasado corrí en la Carrera de la Mujer, este no. Me niego. Qué cuáles son mis motivos? Los enumero a continuación.

No dejan participar (ojo, participar no, colaborar sí) al género masculino.
Corren mamás con bebés femeninos, si tienes un niño, o se lo dejas al padre o te vuelves para casa.
Corren mujeres con perras, si tu mascota es macho no tiene derecho a acudir.
Y por supuesto, no corren hombres.
Por qué se ha convertido una carrera para recaudar fondos para el cáncer de mama en algo exclusivamente femenino?
Conozco casos de hombres con cáncer de mama, además de padres, hijos, hermanos, maridos, etc... que no la han contraído, pero que sí la sufren, pues tienen a su lado una fémina afectada y están sintiendo también el dolor de esta maldita enfermedad.
Creo que se les ha ido de las manos, pues cómo idea inicial de colaboración está muy bien, pero negar la asistencia al género masculino porque sí no lo veo nada bien.
Cómo colofón, te obligan a vestir de rosa. Por qué? Cómo diría Mourinho. Por el mero hecho de ser mujer la sociedad de obliga a vestir de rosa, a ponerte lacitos y a maquillarte. Queremos huir del eso, de que se nos encasille, y vamos nosotras, las inteligentes y feministas mujeres, y nos metemos en el mismo agujero dónde hemos estado siempre.
También espero que a nadie se le ocurra hacer una carrera para colaborar con el cáncer de próstata (exclusivamente masculino) y le pongan el nombre de La Carrera de Hombre y vistan de azul. Todas las feministas que se visten hoy de rosa pondrían el grito en el cielo y dirían que es una carrera machista porque excluyen a la mujer. Señoras, y ustedes que están haciendo?
Para terminar, una reflexión. En estos tiempos todo se nos está yendo de las manos. Queremos ser más que nadie, los mejores, los guapos, los más listos, los primeros en todo... y no nos damos cuenta que la única manera de triunfar en la vida en gracias a los que tenemos a nuestro lado, nuestra familia, amigos, conocidos, gente que nos quiere, ayuda y apoya. Nos matamos por competir y no nos esforzamos en compartir.
Seamos más altruistas y no nos miremos tanto al ombligo, seríamos mejores personas con nosotros mismos y con los demás.
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