Historia, tradición e innovación se dan la mano en la decoración de la nueva sede de la Peña Flamenca alcazareña; un lugar accesible, amplio, con mayores posibilidades de aparcamiento y adaptado a las necesidades de este colectivo, que supone un importante cambio y el inicio de una etapa; como así aseguró su presidente, Juan Cañadas. Una nueva sede que “es del pueblo” y, con este fin, la peña organizará de forma periódica jornadas de puertas abiertas como la que tuvo lugar el pasado sábado.
Una velada en la que los asistentes pudieron disfrutar del arte flamenco de la escuela de danza de la peña y de las actuación de Rafael Carlos Espejo Moreno, “Churumbaque” hijo, acompañado a la guitarra por Rafael Montilla, “Chaparro” hijo.
Entre los invitados, la alcaldesa de Alcázar de San Juan, que felicitó a la peña por el “corazón” que han puesto en la decoración de su nueva sede, “fruto del trabajo conjunto y la corresponsabilidad”. Rosa Melchor aseguró que el fin de la política “es hacer que la gente viva mejor y sea más feliz, trabajando en todos los ámbitos, también en el ocio y la recuperación de las tradiciones”.
En este sentido consideró “de justicia” que, después de 31 años, la Peña Flamenca tuviera nueva ubicación y saliera de una sede que no estaba adaptada a los tiempos, ya que se encontraba en un sótano sin accesibilidad. “Era necesario que la peña, después del trabajo que desempeña, ahora que está creciendo y que cada vez cuenta con más gente joven, tuviera esta oportunidad”. La primera edil comentó que, desde el Ayuntamiento, se ha puesto “voluntad” para conseguirlo y que ahora le toca a la peña seguir trabajando para difundir el flamenco y abrirlo a la población.