ENCUENTROS EN LA CASTELAR

Hoy con Alejandro Bernal , Licenciado en Ciencias Medioambientales y gerente en multinacional)

Por Antonio Leal Giménez

Su infancia trascurrió entre el “Triangulillo” y el Colegio “Alces”, pasando el tiempo entre canicas,  fútbol… y algo de guitarra que practicaba en el recién estrenado Conservatorio de Alcázar. Realizó los estudios de BUP y COU en el Instituto Miguel de Cervantes en la rama de Ciencias. Orgulloso hijo de profesores, de los que confiesa haber aprendido cosas importantes, y no sólo lecciones ‘banales’ de Historia y Matemáticas, que con el tiempo se olvidan, sino aprender a respetar lo diferente, valorar lo que es primordial y relativizar lo trivial, ser escrupuloso con el trabajo, mantenerse apasionado con todo lo que uno hace… y tantas otras cosas que dan sentido al concepto más sincero de educación. Ya finalizando el instituto y en la universidad vendrían los fines de semana en “La Pollería” y “El Sevillano” con los amigos (de los que también se pueden sacar lecciones muy valiosas) y de vez en cuando un café en el Taula con la que ahora es su mujer. El mundo de Alejandro tampoco se entiende sin las Lagunas de Ruidera. En este enclave manchego, famoso por el parque natural que le da nombre, sus padres tienen una casa de campo en la que pasó gran parte de los veranos de su infancia y adolescencia, y quizá también de donde le vino su pasión por el agua.

Alejandro es licenciado en Ciencias Medioambientales, con un Master en PRL y diferentes cursos avanzados en el IE Business School sobre Gestión de proyectos, Gestión Económico-Comercial y sobre Gestión de Personas. Ha sido profesor de los cursos de Eliminación biológica de nutrientes de la Cámara de Comercio de Barcelona, y habla inglés fluido, necesario por su trabajo tan focalizado en el mercado internacional del Agua. Ha coordinado proyectos de gran importancia realizados en Canadá, México, Egipto y Arabia Saudí, por poner algunos ejemplos.

Dentro de la empresa multinacional ACCIONA, Alejandro dirige desde hace más de ocho años el departamento comercial y de proyectos de O&M de la división de Agua. Este departamento fundamentalmente se encarga de conseguir contratos de operaciones de plantas de tratamiento de agua en España y en el resto del mundo, que depuran el agua y dan de beber a millones de personas. Son proyectos de gran complejidad técnica que además requieren la coordinación con otros departamentos (jurídico, financiero, etc.), pero Alejandro asegura sentirse afortunado por tener un gran equipo de ingenieros que son capaces de preparar estas ofertas, luchar contra todo tipo de problemas y competir contra otras grandes empresas, verdaderos “monstruos” del agua.

Comenzamos nuestro “Encuentro” en la calle Ferrocarril, junto a la casa que vivieron sus abuelos maternos y desde allí Castelar abajo, nos dirigiremos al edificio donde están enclavadas las oficinas de las “Aguas” en la Rondilla de la Cruz Verde, sentados junto a D. Quijote comenzamos nuestras preguntas

PREGUNTA: El mundo no avanzaría sin idealistas que empuñen esa adarga antigua que es la imaginación. El perseverante Don Quijote ¿Es en tu opinión un ejemplo de liderazgo? Un líder capaz de arremeter contra los molinos de la crisis y los malandrines que la provocaron. ¿Te consideras en el ejercicio de tu labor profesional como Don Quijote que nos enseña que sin ilusión, sin proyectos, sin retos, no podemos seguir adelante?

RESPUESTA. Ciertamente creo tenemos que aflorar el lado quijotesco que tenemos cada uno de nosotros para poder abordar el día a día, tanto a nivel profesional como personal. Y supongo que como manchego con más ímpetu. Ser líder exige valentía para tomar responsabilidades de las decisiones tomadas, reconocer los fracasos y aprender de ellos, conocer tus limitaciones… y por supuesto para luchar contra la crisis y los que la provocaron también hay que tener un punto de locura como Don Quijote. Bendita locura en todo caso si ayuda a ajustar cuentas con esos “malandrines”, con todo el daño que han hecho.

P. ¿Cuáles son los principales retos con los que se enfrenta en la actualidad el sector del agua en España? ¿Y en el resto del mundo?

R. En mi opinión el sector del agua en España es un sector maduro. Por tanto, los desafíos a los que se enfrenta son complejos, y más aún por las consecuencias del cambio climático. Por enumerar algunos serían la mejora de la eficiencia de los sistemas de distribución de agua, la optimización energética de las plantas de tratamiento, la aplicación de los sistemas Big Data y Machine Learning, servicios Cloud, la renovación y modernización de las actuales infraestructuras, el ajuste de unas tarifas adecuadas que cubran los costes y sostenibilidad del ciclo integral del agua,… Son muchas como ves, pero contamos también con un conjunto de especialistas y medios en el sector público y en el privado que no tengo duda que las abordaremos adecuadamente. Por el lado menos optimista, también es obvio que el sector necesita tener un horizonte claro a medio y largo plazo en el que sustentarse, y que todos los implicados (administración pública, gestores del agua, constructores de infraestructuras, etc.) vayamos en esa dirección. En España en los últimos 20 años hemos pasado de los trasvases a enfocarnos en las desaladoras para solucionar los problemas de sequía de ciertas regiones (y viceversa), de las privatizaciones a las remunicipalizaciones, de fastuosas depuradoras a las últimas sanciones europeas por falta de depuración adecuada en otras zonas de España,… y así no se puede seguir.

En el resto del mundo obviamente la casuística, problemas y retos varían mucho de unas regiones a otras, pero por no extenderme, y si tuviera que quedarme con una sola, creo que el gran problema actualmente es el aumento exponencial del déficit hídrico, es decir, la falta de cantidad y calidad de agua suficiente para satisfacer las necesidades humanas y ambientales. La escasez de agua afecta ya al menos al 40% de la población mundial, por poner un dato que a mí por lo menos me asusta.

P.  Todos sabemos que el agua es un bien escaso, ¿pero realmente se nota en el consumo y uso que hacemos de ella?

R. La buena noticia es que en los hogares españoles hemos bajado más de un 20% el consumo doméstico de agua en los últimos veinte años, pasando de unos 170 litros de agua por habitante y día (que cubre no sólo el consumo para beber, sino el resto de gastos de agua del hogar (lavadoras, duchas, lavavajillas, etc.)) a 130 litros por habitante y día actuales, situándonos entre los consumos más bajos de Europa. Este hecho se explica fundamentalmente por la implantación de dispositivos de ahorro, electrodomésticos más eficientes, y una mayor concienciación en el uso del agua. Y aunque ha habido un boom de consumo de agua embotellada, hay que decir que los últimos estudios han confirmado que la calidad del agua del grifo en España es muy buena y de absoluta confianza.

P. ¿Nos puedes comentar más a fondo qué tipo de proyectos realizáis en tu departamento? ¿De qué proyecto de los que has desarrollado hasta el día de hoy es el que te sientes más orgulloso?

R. En el departamento estamos especializados en la preparación de proyectos de operaciones de las plantas de tratamiento de agua (depuradoras, potabilizadoras, etc.), sean para contratos de servicios de Operación y Mantenimiento (O&M), concesiones o proyectos que incluyen la obra con la O&M de las instalaciones. Normalmente estos proyectos se licitan mediante organismos públicos (Ministerios, Agencias o Empresas públicas del Agua, etc.), y si hacemos bien las cosas técnicamente, con un buen precio y con algo de fortuna, somos adjudicatarios del contrato para ejecutar el servicio. Tengo la suerte que la mayoría de los contratos a los que aspiramos son grandes proyectos, para abastecer o depurar el agua de millones de personas, a veces en lugares remotos o de culturas completamente diferentes a la nuestra, lo que es tremendamente motivador. Te aseguro que no me aburro nada.

Como proyecto más importante de saneamiento que hemos desarrollado hasta la fecha me quedo con la adjudicación del contrato de Atotonilco, para la construcción y operación durante 20 años de la depuradora más grande del mundo que da servicio a casi 20 Millones de habitantes en Ciudad de México. Por la parte de abastecimiento me quedaría con la operación de la planta potabilizadora de New Cairo, que incluye la captación de agua del Nilo, varios bombeos y la planta de tratamiento para abastecer a más de 2 Millones de personas en la capital de Egipto.

 P. Has realizado muchos proyectos en el extranjero, ¿la gestión del agua se realiza de forma diferente en los distintos países y continentes?

R. Aunque el objetivo final es el mismo de tener un servicio de calidad con cantidad de agua suficiente, la gestión no tiene absolutamente nada que ver entre los distintos países. Diría que depende mucho de la formación del personal local, de la calidad de sus aguas, de la regulación normativa en materia de abastecimiento, saneamiento y alcantarillado, de las infraestructuras existentes, de la existencia o no de empresas gestoras de agua, y de la estructura creada en torno al ciclo integral del agua.

Por ponerte algunos ejemplos remotos, en el África subsahariana (me acuerdo ahora de la planta potable de Kigali en Ruanda o la de Kabala en Mali), tienen unos problemas de metales en el agua gravísimos, que requieren de una tecnología avanzada para su potabilización, y para la que el personal local no está capacitado. Si nos vamos ahora a la zona del Sudeste Asiático, te diría que existen grandes empresas públicas que operan directamente sus activos de tratamiento, con unas ciudades masificadas con un alto grado de contaminación, como es el caso de Manila en Filipinas, cuya planta potabilizadora de Putatan es más una depuradora de agua residual por la suciedad que contiene. Vietnam por poner otro ejemplo en la zona, y en concreto Ho Chi Minh (antiguo Saigón) tiene unos problemas enormes con la gestión de los fangos, lo que nos trajo más de un dolor de cabeza y multitud de conversaciones con funcionarios del gobierno para entender lo que se puede y lo que no se puede hacer, y con quién se debe hacer.

P. Viajando tanto y seguramente con muchas reuniones diarias, ¿cómo compatibilizas el trabajo con tu vida personal?

R. Viajar forma parte de mi trabajo, y creo además que soy un afortunado en este sentido, ya que me permite conocer gente, culturas y lugares diferentes en el ambiente laboral. A pesar de ello, en los viajes de trabajo se aprovecha muy poco a la hora de conocer y disfrutar de los sitios. Normalmente vas del hotel a las oficinas, comes muchas veces rápido y de vuelta al hotel tarde. Como ejemplo te diré que he estado tres veces en El Cairo y no he visto aún las pirámides. Ahora delego más y viajo menos, pero durante años pasaba dos días en Abu Dhabi, una semana en casa, otra en Vancouver… y vuelta a empezar, primero en Estambul, cuatro días en Qatar y vuelta a casa.. y así hasta recorrerme varias veces el mundo. Todo esto perjudica tu vida personal obviamente, mucho tiempo sin ver a los tuyos - mi mujer se quejaba (con razón) de ser madre soltera - además de ir acumulando el cansancio físico con los años. Sin embargo, ahora con los sistemas de comunicación y telepresencia, y una necesidad menor de tratar físicamente con la gente, se han reducido considerablemente los viajes.

El estrés es otra historia, es como un virus que entra sin avisar, y que afecta a tu vida diaria, trascendiendo a la parte personal: te vuelve irascible, ansioso, y a veces reconozco que injusto con los que te rodean. Es algo que se entiende normal cuando trabajas en proyectos de muchos millones de euros, mucha gente involucrada, muchas miradas puestas en lo que haces… intento que me afecte lo menos posible, pero mentiría si te digo que no lo hace. Trabajamos en un mundo resultadista, que quizá sea un método válido a la hora de evaluar laboralmente a las personas, pero que se olvida del trabajo que se queda en el camino si las cosas no salen tan bien como se esperan.

P. En tu opinión, ¿se encuentra politizado el mundo del agua en España? ¿Y en el resto del mundo?

R. Vaya pregunta! El agua es un servicio público y como tal tiene un componente político muy fuerte. En España los servicios de agua en baja (desde el depósito municipal hasta las casas) suelen estar en manos del Ayuntamiento, y en cambio los contratos de construcción y O&M de las instalaciones de tratamiento (depuradoras, potabilizadoras y desaladoras) y sistemas en alta suelen estar regulados por agencias o empresas públicas de la región o por parte del Estado. Luego estos entes reguladores deciden el tipo de gestión que entienden más eficiente, sea directa, indirecta o mixta. Pero a pesar de estar politizado (y ahora voy a romper una lanza en favor de la no muy bien considerada clase política), te diría que en mis casi 20 de experiencia, los políticos se suelen dejar asesorar por los técnicos y dejan muchas de las decisiones claves en sus manos como especialistas. A partir de ahí se puede equivocar el político de turno, la empresa gestora, los técnicos de la administración pública o todos juntos, pero se suele buscar con buena fe la mejor solución posible de los distintos problemas que surgen.

En el resto del mundo, aunque también está muy politizado el mundo del agua, obviamente hay mucha disparidad en el enfoque que se le da en cada región. Debido al déficit hídrico que hablábamos antes u otros problemas graves de suministro o depuración de agua, los políticos establecen las prioridades con los fondos que disponen o que piden prestado. Y esto son habilidades políticas y sentido del deber público, que es la semilla para que las cosas cambien y mejoren para sus ciudadanos.

P. ¿Qué importancia dirías que tiene el departamento Comercial en una empresa? ¿Cuáles son las prioridades?

R. Para mí, el departamento comercial es el motor de una empresa, es lo que hace que funcione. Son los contratos adjudicados, y muchas veces cómo se venden los que van a condicionar los resultados de la empresa y por tanto la valoración de sus accionistas. En mi área, debido a que se da por sentado que empresas multinacionales van a saber hacer el trabajo, es el departamento comercial el que debe optimizar los costes, proponer mejoras al contrato y en definitiva saber vender mejor el proyecto. En todo caso en mi empresa existe un vínculo fuerte entre el departamento comercial y el de producción que ejecuta los contratos de servicios o de construcción. Hay en algunos ambientes una idea erróneamente inducida de que las empresas del agua se forran. La realidad es que los márgenes de las empresas en este mundo son bajos, más si los comparamos con otras utilities como la energía, por ejemplo. Esto es debido fundamentalmente a la competencia feroz y a la alta tecnificación de las empresas.

P. ¿Qué es para ti la digitalización del mundo del agua y las Smart Cities?

R. Pues básicamente considero que es el futuro más cercano en la evolución en el mundo del agua a nivel municipal. Es la idea de pasar de lo básico como la seguridad y acceso al suministro de agua a un concepto de “Ciudad Inteligente” que integra la mejora de la habitabilidad y se enfoca en los ahorros económicos y energéticos, así como la protección ambiental y la igualdad social. Aunque cada ciudad tiene sus propias circunstancias, hay una serie de actuaciones comunes para lograr esa gestión inteligente del agua, como recuperar la capacidad drenante de la ciudad, potenciar los sistemas de recolección y almacenamiento del agua de lluvia o su reutilización, y en definitiva utilizar las nuevas tecnologías en la gestión circular del agua. Para reducir su uso y mejorar la eficiencia en la distribución y tratamiento del agua disponemos actualmente de multitud de sensores, contadores inteligentes y sistemas de inteligencia artificial predictivos y adaptativos. Ya hay muchas ciudades que están volcando sus esfuerzos en estos diseños de Water Smart Cities, porque entre otras cosas, sale rentable económicamente, además de todos los beneficios añadidos al ciudadano y al medioambiente que te comentaba. Ojalá Alcázar en un futuro próximo sea una de ellas.

P. ¿Qué nivel tienen las empresas españolas en el mundo del agua?

R. Me enorgullece decir que algunas de las empresas españolas que están en el mundo del agua pertenecen al grupo de cabeza a nivel mundial tanto por volumen de negocio como por clientes y personas abastecidas. Me parece un magnífico indicador el hecho de que en casi todas las licitaciones internacionales nos encontramos normalmente con una o dos empresas potentes españolas, normalmente en consorcios con otras empresas locales, que pujan por adjudicarse estos proyectos de agua emblemáticos alrededor del mundo. En general la competencia extranjera creo que tiene una muy buena visión de la seriedad y la capacidad técnica de las empresas españolas dedicadas al agua.

P. Me gustaría que me dijeras a qué empresas y sectores le presentarías un proyecto para que vinieran a instalarse en Alcázar de San Juan. ¿En qué puntos claves basarías los argumentos más convincentes?

R. Pues como alcazareño lo que me gustaría ver es que Alcázar crezca a nivel empresarial, que paradójicamente es la única forma de que no muera. Y lo que desearía es que ese crecimiento del pueblo sea con sectores industriales de alto valor añadido, sea en nuevas tecnologías o asociadas a la llamada economía circular. Creo que Alcázar podría ser también el centro comarcal de grandes empresas de utilities (energía, agua, residuos, servicios urbanos). Entiendo la dificultad de atraer grandes compañías, y ayudar a la creación de startups y empresas innovadoras, pero confío que poco a poco se vayan implantando.

Mi impresión es que el Hospital Comarcal y el comercio tiene un papel clave en el mantenimiento del PIB de Alcázar, pero creo que contamos con unas ventajas diferenciadoras como son nuestra cercanía a Madrid, la comunicación mediante el ferrocarril, y que Alcázar es un pueblo tranquilo con una buena calidad de vida. Además, y como se puede comprobar en muchas de las entrevistas a alcazareños que has hecho, disponemos de gente muy preparada en muchos sectores diferentes, que confiesan su añoranza al pueblo en la lejanía, pero que en ocasiones no pueden volver por falta de proyectos empresariales o industriales implantados en Alcázar. Ya lo dijo Don Quijote: “Aquel oficio que no da de comer a su dueño, no vale dos habas”.

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