La Galería de Arte Marmurán inaugura este sábado una exposición del pintor Terán

La muestra se podrá visitar del 25 de febrero al 8 de abril de 2023.
DESAYUNO CON DIAMANTES I
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LA TENTACION VIVE ARRIBA
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Este sábado, 25 de febrero, a las 19:00 horas, tendrá lugar la inauguración de la exposición "Making - of" del artista Terán, en la Galería de Arte Marmurán, C/Castellanos, 37 de Alcázar de San Juan.

La muestra se podrá visitar del 25 de febrero al 8 de abril de 2023. 

Terán expone por primera vez en la Galería de Arte Marmurán de Alcázar de San Juan la serie "Making of", dedicada al cine, donde podemos ver óleos como: Desayuno con diamantes I (Blake Edwards), Metrópolis (Fritz Lang), La tentación vive arriba (Billy Wilder), La dolce vita (Federico Fellini) y algunas obras de sus  "homenajes", esos obras pintadas como tributo a los genios admirados por él: Lucio Fontana, Frida Kahlo, Jean-Michel Basquiat o Violeta Parra. Todas ellas las podemos admirar en la Galería de Arte Marmurán hasta el día 8 de abril de 2023.

Terán (Santiago de Chile, 1974), licenciado en Bellas Artes,  pintor realista que se atreve con cualquier disciplina, dominando la técnica, desarrollando  trabajos magistrales y con gran belleza como los que presentamos en esta exposición. Ha desarrollado su trabajo creativo en el campo de las artes plásticas y las nuevas tecnologías aplicadas al arte. Se dio a conocer en 1995 en el Salón de Otoño del Círculo de Bellas Artes de Santiago de Chile, ha celebrado exposiciones en París, Milán o Madrid entre otras. Cuenta con premios como el de la Real Academia de San Carlos de Valencia (2004).

METROPOLIS
METROPOLIS

 

"Especulaciones sobre el realismo metapictórico de Manuel Terán”

Manuel Terán pinta la pintura y, en cierto sentido, propone unas atmósferas de belleza que podrían funcionar como un contrapunto estético a la sordidez del presente. En la serie A propósito de la lluvia queda en el aire, nunca mejor dicho, el interrogante de si Manuel Terán pretende transmitir un pathos melancólico en esos cuadros . Lo que vemos es siempre, desde su homenaje a las mujeres artistas  a las piezas sobre el cine, en la pintura de Terán es un extraordinario proceso de estilización .

“Antaño la fotografía daba testimonio, según Barthes, de algo que había estado allí y ya no estaba, por tanto de una ausencia definitiva cargada de nostalgia. Hoy la fotografía estaría más bien cargada de una nostalgia de la presencia, en el sentido de que sería el último testimonio de una presencia en directo del sujeto respecto del objeto, el desafío postrero al despliegue digital en imágenes de síntesis que nos espera. La relación de la imagen con su referente plantea numerosos problemas de representación. Pero cuando el referente ha desaparecido totalmente, cuando, por tanto, ya no cabe hablar propiamente de representación, cuando el objeto real se desvanece en la programación técnica de la imagen, cuando la imagen es puro artefacto, no refleja nada ni a nadie y ni siquiera pasa por la fase del negativo, ¿podemos hablar todavía de imagen? Nuestras imágenes no tardarán en dejar de serlo y el consumo en sí mismo pasará a ser virtual” . La realidad no se apoya en una fantasía sino en una multitud inconsistente de fantasías, en esta multiplicidad que crea el efecto de densidad impenetrable que sentimos como aquello que pasa y permanece. Algunos piensan que sería posible llegar a un grado cero de la creatividad artística, presentada como “pura vida sin meditación estética”, sin embargo en nuestro mundo global, cuando el interlucio hiper-estilístico de la postmodernidad (aquella ironización de todas las cosas que partía de una sensación generalizada de desconfianza ante la gran lógica del consenso) es, valga la parodia hegeliana, cosa del pasado, se produce una suerte de actualización realista. Necesitamos del arte como un sismograma del presente, como un modo de dar cuenta de lo que nos pasa que no es, ni mucho menos, solamente una “textualidad” o un proceso reconstructivo. En una ocasión le preguntaron al escritor Vladimir Nabokov si en la vida le sorprendía algo, a lo que respondió que la maravilla de la conciencia, “esa ventana que repentinamente se abre a un paisaje soleado en plena noche del no ser”. Ciertas formas del arte tienen la capacidad de funcionar como ventanas de lo maravilloso; frente al regodeo en lo repugnante  surgirían obras capaces de trazar espacios y regalar representaciones donde el encuentro nos encuentra, marcando, alegóricamente, caminos que hacen que nos adentremos en lo que salva: la poesía.

En la impresionante serie Making-of, Manuel Terán da rienda suelta a su pasión pictórica por el cine. En los cuadros encontramos referencias a secuencias de 2001: Una odisea del espacio (Stanley Kubrick), Abre los ojos (Alejandro Amenábar), Metrópolis (Fritz Lang), Manhattan (Woody Allen), Psicosis (Alfred Hitchock), El Gran dictador (Charlie Chaplin), Eva al desnudo (Joseph L. Mankiewicz), La dolce vita (Federico Fellini), Viaje a la luna (Georges Méliès), Desayuno con diamantes (Blake Edwards), La tentación vive arriba (Billy Wilder), Y Dios creó a la mujer (Roger Vadim), Eyes Wide Shut (Stanley Kubrick), El Padrino (Francis Ford Coppola), Los siete samuráis (Akira Kurosawa) y El viaje a ninguna parte (Fernando Fernán-Gómez). Conviene tener presente que el “protagonismo” de esos cuadros lo tiene la cámara, ese dispositivo de visión que nos lleva hasta la experiencia onírica y a encontrar meandros del deseo desconocidos.

Como bien apunta Fernando Castro Borrego, el secreto está en los detalles que Terán introduce en sus “homenajes”, funcionando como pistas o instrucciones que sugieren el significado de sus tributos. “Véase la relectura que hace del perro enterrado de Goya. Hay en este tributo un detalle que resulta enigmático: el manojo de llaves que alude a la Quinta del Sordo. Terán nos está diciendo que el perro no es otro que el propio Goya, puesto que las llaves son las de su casa. Al asociar la imagen del perro inmovilizado con las llaves de su casa, está planteando la idea de que las penas que padecen los seres humanos tienen que ver, acaso, con el hecho de que saben dónde están las llaves que pueden abrir la casa-cárcel que ellos mismos se han construido” . No podemos olvidar que el buen dios está en los detalles , algo manifiesto en la pintura discreta y sutil de Manuel Terán. Puede que toda la estética de la puntualización realista y que la singularidad hermenéutica de este creador venga de un cuadro “invisible” como Las Meninas . En las “especulaciones” y tributos de este pintor que domina a la perfección la técnica  lo que vemos es una incitación a seguir mirando con pasión el mundo del arte. El fondo especular refleja la pintura real.

Fragmento del texto “Especulaciones sobre el realismo metapictórico de Manuel Terán.”

 Fernando Castro Flórez.

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