La Escuela Municipal de Folklore celebró su festival de curso en el Auditorio Municipal de Alcázar. Jerigonzas, rondeñas, manchegas, fandangos, jotas, pingajillos, jotillas, mayos y canciones de labranza sonaron en el teatro salidas de la faltriquera donde se guardan las castañuelas y acompañadas por laudes, guitarras y voces que hicieron bailar refajos y pañuelos de yerbas.
La alcaldesa de Alcázar y el concejal de Cultura acompañaron a la escuela entre bambalinas, compartiendo con ellos los momentos de preparación y la ilusión y los nervios con los que pisaron el escenario; desde los niños y niñas más pequeños, con apenas cuatro años, hasta los alumnos mayores que pasan de setenta. Una forma de unir generaciones en torno a una de las señas de identidad que le son más propias a los pueblos, su folklore.
De la Escuela de Folklore se encarga la asociación de ‘Coros y Danzas’ de Alcázar de San Juan que lleva 35 años manteniendo a través de esta actividad didáctica la música, el canto y la danza tradicional manchega y traspasando este legado a las generaciones más jóvenes. Más de un centenar de personas de todas las edades se forman en esta escuela municipal que cuenta con un total de siete aulas.