Lleno ayer en los tendidos en la vuelta de los toros a Ciudad Real, con motivo de la reinauguración de su plaza de toros, en una tarde de contenido y buen toreo pese a no resultar triunfal debido al desatino con las espadas. La corrida de Luis Algarra ofreció un juego variado, destacando la segunda parte de la misma, 4º, 5º y 6º, que fueron los toros con más transmisión y cualidades para el triunfo.
Morante de la Puebla , se gustó este domingo en Ciudad Real dejando destellos de su distinguido concepto del toreo. Cortó una oreja de peso en su segundo, un animal con calidad al que el sevillano cuajó por ambos pitones en una importante obra de gran calado artístico para la memoria de los asistentes. El público la pidió con fuerza, pero el presidente no realizó la concesión de la segunda oreja. En el primero, saludó una ovación, tras una faena de detalles con un toro noble aunque justo de fuerza.
Emilio de Justo, cuajó al encastado quinto de la tarde, un toro que transmitió emoción a los tendidos, con el que el extremeño ha brillado en el saludo con el capote y en un buen quite por chicuelinas de manos muy bajas. Dió una vuelta al ruedo después de una apoteósica labor de muleta que inició de rodillas en los medios y en la que pudo expresar el clasicismo que caracteriza a su tauromaquia. Falló con los aceros una faena de dos orejas. En su primero, destacó la firmeza del extremeño, que saludó una ovación, con un toro sin clase ni fondo.
Roca Rey, sorteó un lote carente de fondo y entrega con el que estuvo por encima. Variado y templado con el capote durante toda la tarde, el peruano sacó todas las cartas de la manga para triunfar en la vuelta de los toros a Ciudad Real. Su actuación tuvo como resultado un trofeo del cierraplaza. En el tercero, saludó una ovación, con un toro que se desfondó en la muleta.
