El 16 de diciembre abrirá sus puertas la casa navideña

Todo listo en Villafranca para la llegada de Papá Noel

Un año más de éxito de esta iniciativa navideña, con todas las entradas vendidas Entre el 27 y el 29 de diciembre se celebrarán las Jornadas de Puertas Abiertas, para visitar la casa como museo

Papá Noel volverá un año más a Villafranca de los Caballeros para pasar una breve estancia en la casa de invierno que tiene habilitada en esta localidad manchega. A partir del 16 de diciembre, recibirá a niños y niñas de toda la comarca para escuchar sus peticiones.

El 16 de diciembre, a las 18:30 horas, abrirá de nuevo sus puertas al público, especialmente al infantil, la Casita de Papá Noel de Villafranca de los Caballeros.

El gran elfo de la Navidad recibirá en su residencia manchega a niños y niñas de toda la comarca para escuchar sus peticiones y, de paso, saber si han cumplido a lo largo del año con su tarea de “portarse bien”, especialmente con la familia.

Un año más, esta peculiar iniciativa navideña ha sido todo un éxito, agotándose las 1.600 entradas preparadas en tan sólo seis horas. Todos los días, entre el 16 y 23 de diciembre, tienen las visitas cubiertas. También de colegios de toda la comarca.

Una gran expectación que favorece también al fin solidario al que se destina el 50% de la recaudación, que este año va para Fundame, una Fundación que trabaja con niños y niñas con atrofia muscular espinal.

“Papá Noel está siempre encantado de venir a Villafranca de los Caballeros. En verano ya nos llama para recordarnos que volverá para las fechas navideñas y yo insisto en que cumpla la dieta, que luego no entra en el traje que le tenemos preparado”, comenta Estefanía Fernández, concejala de Festejos del municipio.

De que esté todo a punto para su llegada se encargan, junto con el Ayuntamiento, un pequeño grupo de voluntarios. Un bonito trabajo que comienzan a realizar a finales del mes de octubre, intentando que cada año la decoración de la casa sorprenda a el viejo del norte, así como a niñas y niños.

“Es mucho trabajo, pero merece la pena por ver la sonrisa de niñas y niños”, asegura uno de los voluntarios, Carlos Gómez. “Tenemos ya los nervios a flor de piel, pero ya estamos dando los últimos retoques, tanto a la vivienda de Papá Noel como a los patios, donde habitan sus elfos”. Como novedad, adelanta, se han traído hielo directamente de Laponia para decorar uno de estos patios.

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