Auténtica exhibición de Diego Ventura en la corrida de Feria de Alcázar de San Juan

La terna salió a hombros a pesar de las pésimas condiciones del tiempo. La lluvia y el viento perjudicaron tanto la brillantez del espectáculo, como la afluencia de público
photo_camera LA TERNA A HOMBROS (FOTO Iván Rodríguez)

 

Con tarde desapacible y dos tercios de plaza en los tendidos, se lidiaron astados de Salvador Gavira para el toreo a pie, faltos de fuerza y descastados en general; y dos para rejones de los Espartales que fueron manejables.

Sol y tábanos fue lo que faltó el sábado en Alcázar. Qué tarde más desagradable para todo, pero sobre todo para los toreros, quienes no pudieron manejar bien los trastos debido a las rachas de viento tan fuertes que venían y que hacían imposible el torear.

Diego Ventura. Dio una auténtica exhibición en Alcázar. En su primero, estuvo muy bien; pero en el cuarto, destapó el tarro de las esencias y deleitó al respetable con una actuación memorable, llena de riesgo, temple y buen toreo. Para nosotros fue lo más destacable de la tarde.

Aníbal Ruiz (que celebraba el 25 aniversario de su alternativa). Cómo pasa el tiempo... Parece que fue ayer aquel día del mes de agosto en Ciudad Real, con Jesulín de Ubrique como padrino y Víctor Puerto como testigo y toros de Samuel Flores... Cuántas ilusiones para todos y qué difíciles de conseguir... En Alcázar, ayer, a pesar del viento, que le impidió darle a su oponente los terrenos que pedía, Aníbal cuajó dos faenas muy meritorias y complicadas. Puso de su parte todo lo que pudo, cruzándose, siempre al pitón contrario y arriesgando en demasía. Qué pena que la tarde fuera tan mala para poder hacer las cosas bien, Seguro que los toreros no se quedaron satisfechos del todo y el público tampoco, pues el mal tiempo dio al traste con las ilusiones de todos.

Sebastián Castella, le vimos con ganas en Alcázar, pues lo hace muy fácil. Qué pena que las inclemencias del tiempo no lo dejaran triunfar rotundamente. El sábado, no obstante, cuajó en su primero una buena faena de capote y una meritoria faena de muleta; pero en su segundo fue imposible, pues llovía muchísimo y hacía mucho viento. Hay que agradecerle que lo intentara. Demostró en Alcázar su vergüenza torera, pues es un torero increíble.

Cuatro orejas fueron para Diego Ventura, dos y dos. Dos orejas para Aníbal, una y una. Y dos orejas para Castella, una y una.

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