En su veintiún edición, fue también concurso de ganaderías.

Entretenido festival taurino en Alcázar de San Juan

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Con tarde fresquita y un cuarto de plaza en los tendidos, se lidiaron astados de distintas ganaderías y distintos encastes, siendo el triunfador el novillo que se lidió en cuarto lugar, de Juan Luis Palomares que fue buenísimo, de origen Juan Pedro Domecq. Los cuatro restantes se dejaron, siendo los más complicados tercero y quinto.

Ángel Otero, dos orejas

Jorge Fuentes, una oreja

Óscar Castellanos, una oreja

Gonzalo bienvenida, una oreja

Peronita, dos orejas

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Abrió plaza Ángel Otero. Al banderillero se le vio físicamente preparado. Tanto con el capote como con la muleta estuvo bien, sacando tandas de mucho gusto; en banderillas estuvo sobrado y con la espada igual. Cortó dos orejas.

Jorge Fuentes, le tocó el novillo de Román Sorando que tuvo la mala suerte de dañarse los traseros y el animal se entregó a medias, pero Jorge nos recordó el torero que empezaba a dar sus primeros pasos en este difícil mundillo haciendo una meritoria faena con ritmo, profundidad y ligazón, que creemos que lo dejaría muy satisfecho. Con la espada no estuvo fino, por eso solo cortó un trofeo.

Óscar Castellanos. Le tocó el de Monteviejo, un novillo de Victorino complicado y bravo como un tejón, con el que el torero se tuvo que emplear echándole casta y embraguetándose con él, pues el oponente aprendió enseguida y se lo puso difícil. No obstante, le dio fiesta con ese toreo de poder que tiene. Debía haber cortado los máximos trofeos pero con la espada estuvo regular. Oreja.

Gonzalo Bienvenida. El madrileño, con el mejor novillo de la tarde, estuvo muy bien. Haciendo las cosas con mucho gusto, muy templado, con un concepto que nos gustó, aunque fue desarmado dos veces por el del Patas. Gonzalo demostró que está puesto, pero con pocas facultades, cosa normal, pero dejó patente en Alcázar el torero que lleva dentro. Con la espada no estuvo afortunado, cortando una oreja.

Peronita. El de Tomelloso nos gustó, con un novillo que no le regaló nada, para nosotros el más descastado y peligroso; no obstante, el torero estuvo bien con él y aunque sufrió varios revolcones, porque todavía está verde, nos gustó su forma de torear, su estética y profundidad y las maneras de hacer las cosas, a un novillo que fue difícil y al que cortó las dos orejas.

En el festival se hizo entrega del dinero recaudado en un festejo celebrado en Las Cuadrillas a beneficio de la Asociación Iker, para la investigación de un tipo de cáncer, el liposarcoma.

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