El guiso de las bodas de Camacho vuelve a los restaurantes y bares de Alcázar de San Juan

Un momento de la presentación ante los medios de comunicación
Jesús Guzmán y Eva Martínez, padrino y madrina de las jornadas
Jesús Guzmán y Eva Martínez, padrino y madrina de las jornadas

Los hosteleros de la Sonrisa de Don Quijote y ASECEM ya tienen todo listo para celebrar una nueva edición de las jornadas gastronómicas del guiso de bodas. Una cita con la buena comida manchega y alcazareña que ha sido presentada esta mañana en rueda de prensa por el tabernero Víctor García Chocano, acompañado por Manolo Rodríguez, también hostelero y Rosario Jiménez, vocal de ASECEM.

Según ha explicado García Chocano, la 19 edición que se celebra este año tendrá lugar el último fin de semana de noviembre en una veintena de locales, bares y restaurantes de Alcázar de San Juan, al mismo precio que el año pasado (19 euros el menú) y con el mismo formato.

Este año el padrino será Jesús Guzmán, presidente de la Asociación de Coros y Danzas; y la madrina, la periodista Eva Martínez, de Onda Cero. Sus nombramientos, como es tradicional, se llevarán a cabo durante la comida de presentación prevista el lunes, día 13, en el restaurante Malvasía, donde se darán cita organizadores, participantes, autoridades, medios de comunicación e invitados en general.

Como en ocasiones anteriores, el menú incluirá queso, lomo y chorizo de orza, como entrante; guiso de boda, como plato principal; bizcochá con torta de Alcázar, de postre; y para terminar, mantecados y mistela. Todo ello regado con los mejores vinos manchegos.

Víctor García ha recordado que las jornadas del guiso de bodas forman ya parte del calendario gastronómico nacional, y cada año son más las personas que visitan Alcázar de san Juan el último fin de semana de noviembre para degustar este menú típico alcazareño y cervantino. Según los datos de la organización, cerca de 10.000 personas saborean el guiso en cada edición, unas 5.000 en los bares y restaurantes, y otras tantas en los hogares alcazareños, pues también este plato sirve de excusa para reunir a familias en torno a la mesa y recibir a muchos alcazareños ausentes que aprovechan esos días para regresar al pueblo.

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