La Puerta Sur de Santa María entra en servicio después de su restauración

El coste lo ha asumido la parroquia (unos 80.000 euros) y la obra ha sido ejecutada por la empresa Rafael Galdón S.L. de Socuéllamos, la misma que ha restaurado el tejado de Santa Quiteria

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Después de once meses de restauración, la puerta sur de la iglesia de Santa María de Alcázar de San Juan ha sido esta mañana bendecida por el párroco, Javier Quevedo y abierta al público. El acto ha tenido lugar después de la misa de 12 y ha reunido en la parte trasera del templo a  parte de la comunidad religiosa de Santa María y a las autoridades municipales.

El profesor alcazareño Joaquín Escribano, muy vinculado a esta parroquia, ha dado lectura, antes de la bendición, al artículo 46 de la Constitución, alusivo al deber que los poderes públicos tienen de garantizar la conservación del patrimonio histórico y cultural de los pueblos y de los bienes que lo integran, cualquiera que sea su régimen jurídico o titularidad. Ha recordado, en unas breves pinceladas, la historia de Santa María y concretamente de la puerta Sur, "que se encontraba sin restaurar por avatares de la historia, unas veces por falta de interés y otras de presupuesto"; y ha detallado que la obra ha sido posible "de la mano del párroco, Javier Quevedo, con el proyecto que hizo Luis Priego, a través del Ayuntamiento y con la aprobación de la Junta de Comunidades de CLM, desde la delegación provincial de Patrimonio y con las observaciones planteadas por el experto Enrique Jiménez Villalta".

La obra, según ha añadido, comenzó el 31 de marzo del año pasado y se ha prolongado hasta hace unos días. Ha sido ejecutada por la empresa de Socuéllamos de Rafael Galdón, el mismo constructor que ha restaurado el tejado de Santa Quiteria y que se ocupa de la restauración de la iglesia de la Inmaculada en Manzanares. El presupuesto era de unos 78.000 euros, aunque se ha encarecido hasta llegar a los 80.000 aproximadamente porque ha habido que recubrir con cobre las cornisas.

La restauración, financiada íntegramente por la Parroquia, se ha llevado a cabo en toda la portada de acuerdo a las pautas actuales de mortero y varillas; incorporándose dos columnas talladas por un cantero de las Pedroñeras con piedra de travertino de color similar al resto del pórtico (al principio se pensó en la piedra roja propia de Alcázar, pero finalmente se ha optado por otra más duradera y resistente. Según Escribano, se ha respetado todo lo que Patrimonio ha indicado, e incluso se ha conservado en la parte superior una figurilla de la que se desconoce el significado.

La alcaldesa, Rosa Melchor, se ha mostrado satisfecha ante el resultado y ha recordado que se trata de la iglesia más antigua del munipio y del barrio que dio origen a la población. Ha recordado que el cuidado del Patrimonio es obligación de todos, autoridades eclesiásticas y civiles; y ha mostrado su gratitud hacia quienes en este caso se han preocupado y ocupado de la restauración. "Un pueblo que renuncia a su identidad es un pueblo que no se quiere", ha concluido, declarándose clara defensora del patrimonio y las tradiciones.

El párroco Javier Quevedo también se ha mostrado orgulloso ante el resultado y ha aprovechado para pedir a las autoridades que, al margen de colores políticos distintos, hagan lo posible para agilizar el arreglo de la placeta de Santa María, aprobado ya por la Diputación provincial.

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