Desde principios de septiembre, el Museo Municipal de Alcázar de San Juan acoge la exposición "Isidro Parra en la colección Marmurán", una muestra que, como su propia definición indica, trata de dar a conocer parte de la obra de este singular y poliédrico pintor, ilustrador, escultor, creador y artista alcazareño (Alcázar de San Juan 1925-2007). La exposición, que puede visitarse hasta el 5 de noviembre, consta de veinticuatro obras realizadas entre los años entre 1960 y 2001, óleos como 'Paisajes de Los Anchos', acrílicos de la serie 'Imágenes y semejanzas', acuarelas, cuadros de técnicas mixtas y grabados. Una muestra posible gracias a la Galería Marmurán y al esfuerzo en favor del arte de la familia Maroto-Arias.
Complementando la exposición, el domingo pasado tuvo lugar una mesa redonda organizada también por Marmurán, con la colaboración de la Fundación Isidro Parra y el Patronato Municipal de Cultura de Alcázar de San Juan, en la que intervinieron Manoli Sáez, viuda de Isidro Parra; Edmundo Comino, miembro de la misma fundación; Antonio Moreno, presidente del Patronato Municipal de Cultura de Alcázar de San Juan; y Ángel Maroto, en representación de Marmurán (galería que actualmente dirige su hijo, Guillermo Maroto).
El objetivo de esta actividad, sumado al propio de la exposición, fue dar a conocer la obra de uno de los mejores, si no el mejor, artista, pintor de Alcázar de San Juan, "una pequeña retrospectiva en la que se aprecia su evolución", tal y como explicó Ángel Maroto. "Una exposición muy especial", con 24 cuadros que la galería Marmurán ha ido adquiriendo con el paso de los años y que ahora se presenta para dar notoriedad a Isidro Parra, difundir su obra y volverla a poner en el mercado, con una de las colecciones más valorada y apreciada en esta galería.
Antonio Moreno, amigo del pintor, habló de Parra y su obra adentrándose en su propia vida. Recordó vivencias como parte de un grupo de amigos en el que también se encontraban Santiago Ramos, Pepe Herreros y Rafael Mazuecos (todos fallecidos); y relató divertidas anécdotas, momentos y proyectos para presentar a un artista "del que siempre me llamó la atención su forma de andar, de mirar, su ensimismamiento, sus rarezas, su gran capacidad para conversar de cualquier cosa, su enorme curiosidad científica y el mucho rigor con el que trabajaba", señaló. "Isidro vivía en un multiverso particular e igual se adentraba en un personaje manchego, que en el cielo o en la tierra.., escarbaba muchísimo", recordó Moreno, compartiendo una anécdota vivida durante una pequeña excursión con Isidro Parra y los artistas alcazareños antes referidos al Cerro Mesado y Cerro de las Cabezuelas, reflejada posteriormente en un gran cuadro que el propio Moreno conserva en el salón de su casa. Un ejemplo de profundidad, generada con fragmentos de distintos colores, donde se aprecia "la capacidad para ver más allá de lo que el resto vemos", apuntó el también concejal de Educación.
Isidro hablaba y pintaba para sí mismo, hacía lo que le parecía, tuvo una gran libertad para generar obra y eso, tal y como indicó Antonio Moreno, se aprecia en la gran variedad y diversidad de su obra. "Entrar en la obra de Isidro es un privilegio del que uno nunca se cansa", concluyó invitando a todos los presentes a profundizar en una obra que calificó de "cósmica". Un legado del que todos los alcazareños debemos sentirnos orgullosos y que ahora, con la iniciativa de Marmurán, podemos contemplar en el Museo Municipal.
IMÁGENES DE ARCHIVO: Isidro Parra fue también escultor. En la fotografía de abajo, tomada por quien escribe en el año 2006, podemos verlo acompañado por el entonces concejal de Cultura, Ángel Parreño, en el momento de instalar su escultura "El camino de las estrellas", ubicada en el km 86 de la CM42, días antes de la inauguración de la también llamada autovía de los viñedos. Más abajo, en 2005, junto a Pepe Herreros.
