El espectáculo Supernormales, "incómodo, divertido y emocionante", llega a Alcázar de San Juan

(PARTICIPA EN EL SORTEO DE UNA ENTRADA CONTESTANDO A UNA PREGUNTA QUE FORMULAREMOS MAÑANA SÁBADO A TRAVÉS DE NUESTRAS REDES SOCIALES)

 

El espectáculo Supernormales, presentado en Europa en el marco de la Presidencia Española de la UE, llega el día 3 de noviembre a Alcázar de San Juan, después de recorrer durante el mes de octubre teatros tan destacados como el Principal, de Vitoria, el López de Ayala en Badajoz, el Teatro Rosalía de Castro en A Coruña y el Gran Teatro Falla de Cádiz.

Basado en un texto escrito por Esther F.Carrodeguas, en el marco de la primera edición del programa de Residencias Dramáticas (temporada 2020-21), cuenta con la dirección de Iñaki Rikarte y la organización del Centro Dramático Nacional, con un reparto de actores excepcional y de primer nivel, del que forma parte el alcazareño Emilio Gavira, quien el día 3 estará en el teatro de Alcázar de San Juan que precisamente lleva su nombre para formar parte de la representación.

Sinopsis

 Supernormales es un juego cómico que nos enfrenta a nuestros propios prejuicios alrededor del colectivo de personas con diversidad funcional, generados dentro de una sociedad neoliberal y patriarcal pero sobre todo 100 % capacitista en la que los cuerpos, las realidades, las necesidades y las vidas de las personas que no pueden producir al ritmo que viene impuesto no les queda más remedio que ver cómo les pasan por delante casi todes.

Por el camino, a la mayoría de estas personas se les ha prácticamente negado [históricamente] la vivencia de una sexualidad propia y natural. Y se las ha colocado [además] fuera del DESEO. Es justamente desde este punto desde el que pretendo reflexionar sobre lo anterior, incluyendo la propia reflexión sobre la creación con personas diversas y sobre la dificultad de eliminar las barreras existentes para la entrada, comprensión o disfrute de la propia obra teatral que se está viendo [o no!]

Nota del director

La contradicción es siempre un buen punto de partida para el teatro porque implica un conflicto profundo que mueve directamente a la reflexión. Esther F. Carrodeguas lo sabe muy bien y ha sembrado su texto de contradicciones inquietantes en torno a la sexualidad de las personas con diversidad funcional.

Supernormales es un texto apabullante, directísimo, que rompe tabús a cañonazos y no deja títere con cabeza. Es una obra reivindicativa que evita el panfleto mostrando una realidad poliédrica y compleja. Y además sabe hacerlo, sin caer en la frivolidad, con grandes dosis de incorrección política y humor negro.

Esther ha sido muy valiente escribiéndolo y nos ha obligado a serlo a nosotros, en la arriesgada tarea de hacer carne esas contradicciones. Al concretarlas en un espacio y unos cuerpos han aparecido, pretendida o azarosamente, nuevos niveles de lectura que han seguido interrogándonos y nos han llevado a experimentar esas contradicciones en primera persona. El intenso proceso de creación con un elenco formado por diez actores –la mitad de ellos con alguna discapacidad- ha supuesto para todo el equipo un viaje emocional e intelectual inolvidable.

El resultado, como no podía ser de otra forma, es un espectáculo contradictorio. Empezando por que está firmado por una autora y un director sin discapacidades (visibles), muy conscientes de que dar voz es, inevitablemente, suplantar esa voz.

Pero disimular las contradicciones que comporta la propia creación de la pieza, sería ocultar su esencia y su razón de ser. Sería, en cierto sentido, tratar de ocultar lo que nos disgusta. Y Supernormales va de lo contrario, de obligarnos a mirar donde no queremos. De abrir los ojos frente al problema. Porque hay un problema: el deseo sexual de las personas con diversidad funcional existe. Ellas y ellos necesitan, como todos, amar y ser amados. Lo extraordinario, lo contradictorio, es que esto nos resulta incómodo.

Entrando en la página solicitada Saltar publicidad
Advertisement