Las XXIII Jornadas Regionales de Folklore, celebradas desde el viernes en Alcázar de San Juan, han sido este domingo clausuradas con presencia de la delegada de la Junta de Comunidades, Carmen Teresa Olmedo, quien ha trasladado a los organizadores y a las asociaciones participantes el agradecimiento del Gobierno de Castilla-La Mancha por preservar las tradiciones y el patrimonio cultural inmaterial de nuestra región.
El presidente de la Federación de Folklore Regional, Raúl Muela, se ha mostrado satisfecho por la alta participación en todas las actividades, con 450 personas y 50 grupos folklóricos desplazados desde numerosos puntos de Castilla-La Mancha; y por recuperar de nuevo las Jornadas con carácter presencial, después de un año telemático debido a la pandemia. Ha agradecido a las administraciones el apoyo y colaboración, así como a los participantes su implicación; y ha tenido palabras de reconocimiento para los galardonados con la insignia de oro de la Federación: Victoriano Domínguez Criado (de Urda), el municipio de Almonacid del Marquesado por su ancestral fiesta "La Endiablada" y Jesús Francisco Moreno Serna, presidente de la Federación de Asociaciones de Folklore durante 21 años.
La Gala también ha contado con un homenaje a la ausencia, en recuerdo de los fallecidos; y con la actuación del grupo Fedefolk. Sobre el escenario, manchegas de Alcázar, jota de San Carlos del Valle, fandango de la Mancha Baja, manchegas de Albacete, jota de Almagro y la despedida.
En su intervención la representante del ejecutivo regional ha calificado como "impagable" la labor que llevan a cabo las asociaciones de folklore en nuestra comunidad autónoma, sin la cual muchas canciones y danzas tradicionales se habrían perdido; y ha recordado que los poderes públicos deben proteger y salvaguardar esta manifestación del patrimonio inmaterial.
La delegada se ha referido a La Ley de Patrimonio Cultural de Castilla-La Mancha, cuya última actualización data de 2017, para explicar que este legado cultural “proporciona a las comunidades un sentimiento de identidad y de continuidad que favorece la creatividad y el bienestar social, contribuye a la gestión del entorno natural y social y genera ingresos económicos”. Un legado que en Castilla-La Mancha se plasma en muchas manifestaciones religiosas, culturales y festivas, tal y como ha recordado, con las más representativas declaradas Bien de Interés Cultural, como la Seguidilla Manchega, “seña de identidad y muestra fundamental de la tradición en nuestros pueblos”.
Olmedo ha recordado que este mes se cumplen precisamente seis años desde que el Ejecutivo regional declarara Bien de Interés Cultural la seguidilla. Por ello, coincidiendo con dicho aniversario y con la celebración de las jornadas reginales, se ha incluido en el programa, junto a las actuaciones, visitas guiadas y talleres, la presentación de un libro sobre esta música y baile popular, del que son autores José Raúl Muela y José Manuel Fernández Cano, un estudio que “ayudará a dar una mayor difusión y conocimiento de un ritmo y unos bailes que son uno de nuestros símbolos que nos identifica en el mundo”.
Olmedo también ha resaltado el apoyo del Ejecutivo de Emiliano García-Page al folklore a la financiación del estudio de la jota manchega para reforzar la candidatura de esta disciplina artística a Patrimonio de la Humanidad Inmaterial por la UNESCO. Por último, ha tenido palabras de reconocimiento para los premiados con las insignias de Oro.
Han acompañado a la delegada, el concejal Antonio Cano y el presidente de los Coros y Danzas de Alcázar, Jesús Guzmán, quienes han agradecido a los organizadores su labor en la defensa de la cultura y las tradiciones y el hecho de que estas Jornadas regionales se hayan celebrado en Alcázar de San Juan, dispuestos a seguir colaborando de cara a futuras ediciones.
