María Zaragoza, criptanense y autora del libro “La Biblioteca de fuego”, Premio Azorín de novela 2022, participó el pasado viernes en un encuentro con integrantes de clubes de lectura y vecinos en general que acudieron a la Biblioteca Municipal de Alcázar de San Juan para conocer más de cerca tanto a la autora como su último libro.
Zaragoza destacó lo simbólico de la presentación del libro en un lugar lleno de libros, y además explicó que precisamente su libro se centra en una biblioteca, “es su lugar natural de presentación”, un lugar donde celebrar un encuentro con el público lector y poder saber más de lo que no se lee en la obra.
La autora estuvo acompañada por el concejal de Cultura y presidente del Patronato Municipal de Cultura, Mariano Cuartero, en un acto en el que Esther Escribano inició el encuentro con una pequeña entrevista a María Zaragoza.
El concejal de Cultura puso en valor las bibliotecas públicas como lugares de encuentro y de conocimiento, destacando, al hilo de la propia obra, “el rechazo a la censura y la defensa de la libertad de expresión”. Manifestaciones compartidas por María Zaragoza quien aseguró que “las bibliotecas son la puerta de acceso a la cultura”.
Sinopsis del libro:
María Zaragoza (1982) se ha inventado una sociedad secreta que se dedica a salvar libros que, a lo largo de la historia, han estado, en algún momento, en riesgo de destrucción; libros que han sido prohibidos por razones políticas, ideológicas o religiosas. “Una sociedad que se ha dedicado a coger estos libros, protegerlos y esconderlos para que en las generaciones futuras, cuando ya no resulte peligroso, puedan disfrutar y aprender”, explica la autora. Gracias a esta sociedad secreta Zaragoza se ha convertido en la ganadora del premio Azorín 2022 con La biblioteca de fuego (Planeta).
Esta sociedad secreta es la pata de ficción de una historia que contiene mucha historia. La novela ganadora del Azorín arranca con un episodio tan real como bochornoso de nuestra historia. “El día del libro de 1939 en la Universidad Central de Madrid hubo una quema de libros. Cuando descubrí esto y vi la fotografía me asaltó la necesidad de salvar esos libros de alguna manera. “Entonces me inventé esta sociedad secreta. Mi intención era que esta sociedad secreta que operaba desde hacía siglos, fuera capaz de salvar ejemplares de esa quema. Y sin embargo, descubrí que hubo gente que realmente estuvo salvando libros durante la Guerra Civil. Fueron los bibliotecarios, archiveros y voluntarios que participaron de las labores de salvamento del patrimonio histórico y artístico y bibliográfico español durante la guerra”, asegura la autora.
