Antonio Avilés logró un gol “soñado” que pudo dedicar a su padre, recientemente fallecido

Victoria con dedicatoria al cielo del Sporting de Alcázar en casa y frente a la UD Almansa

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Segunda victoria consecutiva para los alcazareños que ascienden a la 9ª posición con 29 puntos

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3 Sporting de Alcázar.- Ruba, Antonio, Mone (Arráez m.86), Gonchi, Chapa, Pollo (Rafi m.46), Jaime (Héctor Campo m.64), Luis Alberto (Antonio Maciá m.86), Romo, Abengózar y Quini. Entrenador.- Pablo Fuentes

1 UD Almansa.- Pepelu, Esteban, Septien, Rafa, Pascu, Víctor (Chema m.55), Loto, Cusa, Max, Ayoub y Dani. Entrenador.- Antonio Carlos Mora López

Árbitro.- Adnane Akrir asistido en bandas por Álvaro Moreno Cebrían y Santiago Lázaro.

Goles.- 0-1 Pascu (m. 6), 1-1 Alberto Abengózar (m.37), 2-1 Alberto Abengózar (m.60) y 3-1 Antonio Avilés (m.95).  

Incidencias.- Encuentro correspondiente a la 19ª jornada del grupo I de la Primera División Preferente Masculina celebrado el domingo desde las 16:30 horas en el municipal "Manuel Delgado Meco". Tarde soleada con temperatura agradable y unos 350 espectadores en las gradas. Antes del inicio del partido, se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento del padre del jugador del Sporting de Alcázar, Antonio Avilés. Los jugadores y cuerpo técnico alcazareño portaron un brazalete negro en señal de luto y respeto a su compañero, tras la muerte de su padre.

Épica victoria, de las que se recuerdan y perduran en el tiempo, por lo especial del partido y por la emotiva dedicatoria cargada se sentimiento. Si por la mañana la plantilla del Sporting de Alcázar asistía al sepelio del padre del jugador Antonio Avilés, por la tarde, era el momento de calzarse las botas, vestirse de futbolistas y reponerse a las emociones y sentimientos y luchar por sumar la victoria y los tres puntos en casa.

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El propio Antonio Avilés, que cerca del mediodía, había dado sepultura a su padre, decidió jugar el partido, soñando que podría marcar para dedicárselo a su padre…, y lo que es la vida y lo que son las cosas, siendo defensa y lateral derecho, en los instantes finales del partido, lo logró y pudo cumplir su sueño, seguro que su padre, que en Paz descanse, le ayudó.

El partido entre el Sporting de Alcázar y la UD Almansa, se las prometía emocionante, vibrante, un auténtico partidazo entre dos históricos del fútbol regional, dos rivales directos en la clasificación que pugnaban por una victoria y tres puntos importantísimos. El partido comenzó con muchísima intensidad, con muchas ganas y con dos equipos que ponían toda la carne en el asador, para no verse sorprendidos e intentar adelantarse en el marcador.

Pero fueron los visitantes lo que lo consiguieron, en un balón por la izquierda en el que Chapa debió enviar en largo el despeje, el magnífico lateral izquierdo del equipo alcazareño, no le dio la suficiente salida y el balón lo recuperó el Almansa a unos 30 metros, montó el ataque, se fue por la derecha y la pusieron sobre su compañero Pascu que controló y remató al fondo de las mallas para hacer el 0-1, tras una gran salida en tromba de los albaceteños.

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El Sporting de Alcázar reaccionó y se fue en busca del empate, los alcazareños dispusieron de tres claras ocasiones para conseguirlo, primero con un remate dentro del área de Pollo que sólo y con todo a su favor, disparó pero se encontró con el portero visitante, que hizo una gran intervención abajo y unos minutos después, sería Quini en dos ocasiones, la primera con un trallazo desde fuera del área, que se estrelló con virulencia en el travesaño y botó en la misma línea de gol. Los alcazareños reclamaron el gol al considerar que en el bote, el balón había traspasado la línea, pero el colegiado y su asistente dejaron continuar el juego.

A los 23 minutos, el Almansa dispuso de una nueva ocasión con un centro desde la derecha de Rafa y en el segundo palo, Cusa a punto de rematar a gol, en una acción peligrosa de los visitantes.

Los de Pablo Fuentes, lo intentaron de nuevo con otro disparo dentro del área que se estrelló en la zaga albaceteña. El Sporting de Alcázar quería más y buscaba con ambición, velocidad, intensidad y entrega, el gol. Alberto Abengózar se marchó por la línea de fondo y la defensa almanseña cortó su avance, aunque el delantero alcazareño, reclamó con insistencia al colegiado que había sido con la mano, aunque el colegiado, no lo consideró así y continuó el juego.

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El empuje alcazareño hizo retroceder metros al conjunto albaceteño, que tuvo que achicar balones porque apretaba mucho el equipo de Pablo Fuentes en busca del gol del empate. Los rojillos, se hicieron con el control del partido ante un Almansa que utilizaba juego directo para llegar arriba e intentar generar peligro de gol.

Los albaceteños presionaban arriba, impidiendo la salida del balón a un Sporting de Alcázar que seguía con muchas ganas, dándolo todo para intentar su objetivo, que no era otro que el gol.

En el minuto 37, el Sporting de Alcázar dispuso de una falta directo por derriba de Pollo en la frontal izquierda del área visitante. Alberto Abengózar, agarró el balón y se dispuso a golpear. El ariete alcazareño, de forma magistral lanzó la acción, superando la barrera batió al portero visitante para hacer el merecido gol del empate a uno.

Se estaba viendo que los de Pablo Fuentes estaban mereciendo el empate, por su tesón, por su entrega, por su ambición, por buscarlo con ahínco. El Sporting de Alcázar empató a ocho para el final de la primera mitad, de un partido bonito, intenso y muy disputado entre dos buenos equipos, que lo dieron todo sobre el terreno de juego e hicieron disfrutar a la afición. Con empate a uno, concluyó una primera mitad preciosa en cuanto a intensidad, fútbol, goles y dos equipos que se fueron al ataque a por el partido.

Tras la reanudación, ambos equipos acusaron el gran esfuerzo realizado en la primera mitad, por lo que parece que se dieron una tregua en estos primeros minutos de la segunda, hasta intentar aprovechar alguna ocasión para hacerse con la victoria y los tres puntos.

Ambos equipos mantenían el orden y rigor defensivo y ahora, el juego era más lento. El Sporting de Alcázar se posicionaba en tres cuartos de campo y el Almansa, también, ya no presionaba tan arriba como en la primera mitad. Y cuando se alcanzaba el minuto 60, Alberto Abengózar tras recibir un buen pase de Quini, encaró y buscó con potencia y velocidad la portería almanseña, se escoró a la derecha para buscar su pierna buena y como Juan Palomo, "yo me lo guiso y yo me lo como", hizo todo y bien para hacer el 2-1, que ponía por delante en el electrónico al equipo alcazareño que remontaba el gol inicial de Pascu.

El Almansa pudo dar la réplica dos minutos después, cuando un jugador albaceteño, consiguió rematar con peligro un balón ante la pasividad de la zaga local que se relajó y permitió el remate del rival, menos mal que el balón se marchó fuera, porque la acción llevó claro peligro de gol.

Los albaceteños, buscaron el gol del empate a dos utilizando juego directo, balones en largo y las bandas y centros peligrosos y el Sporting de Alcázar esperaba poder tener una contra o alguna acción, para sentenciar el partido y hacerse con la victoria y los tres puntos. El técnico del Almansa, realizó un doble cambio con el que dejó claras sus intenciones, irse a por el empate con todo lo que tenía.

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Almansa, tímidamente y sin generar claro peligro de gol, lo intentó, aunque el Sporting de Alcázar fue sólido en defensa e impidió que los albaceteños, tuvieran posibilidades para hacer el gol del empate, cuando se llegaba al minuto 80 de partido.

A tres para los noventa, Quini asistió a Rafi, que tras internarse en el área, disparó cruzado y se encontró con el portero visitante Pepelu. Almansa, a la desesperada colgaba y colgaba balones al área alcazareña en busca del gol del empate. A treinta segundos para el final, Almansa colgó un balón de saque de esquina, que Ruba despejó a córner, pero pronto, el Almansa, dispuso de un nuevo córner, porque apretaba y apretaba en los últimos instantes de partido.

Y con el tiempo ya cumplido, en el descuento del partido, llegó la acción más emotiva y especial del partido, con el gol de Antonio Avilés, que puso en pie a la grada y cargó los instantes finales del partido de muchísima emoción, por la dedicatoria, por el apoyo de su equipo y del público y porque pudo cumplir el sueño, de dedicar ese gol a su padre, recientemente fallecido. Antonio, conseguía el gol más bonito y más especial de su carrera como futbolista y sus compañeros así lo creyeron abrazándolo y haciendo piña, compartiendo ese dolor y ayudándolo a superar, en casa, con el apoyo de todos y con alegría, después de la pena, de conseguir una gran victoria y tres puntos, que permiten al Sporting de Alcázar, encadenar dos victorias consecutivas y sumar 29 puntos.

El próximo fin de semana, los de Pablo Fuentes viajarán hasta Socuéllamos.  

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