Un fragmento del cometa "Encke" impacta sobre la atmósfera y es visualizado en la madrugada del sábado al domingo

Una gran "bola de fuego" convirtió durante unos segundos la noche en día en Castilla-La Mancha

El fenómeno ha sido registrado desde el Complejo astronómico de la Hita en Puebla de Almuradiel (Toledo)

A las 4:54 horas de la madrugada del 4 de noviembre, numerosos testigos a lo largo del país pudieron presenciar cómo una gran bola de fuego surcaba el cielo. Su brillo fue bastante mayor que el de la Luna llena. El fenómeno sucedía casi 24 horas después de que un evento similar tuviese lugar sobre Andalucía, y ha podido ser grabado por los detectores que la Universidad de Huelva opera en el Complejo Astronómico de La Hita (Toledo) y en los observatorios astronómicos de Calar Alto (Almería), La Sagra (Granada), Sierra Nevada (Granada) y Sevilla. Estos detectores trabajan en el marco del Proyecto SMART, que tiene como objetivo monitorizar continuamente el cielo con el fin de registrar y estudiar el impacto contra la atmósfera terrestre de rocas procedentes de distintos objetos del Sistema Solar.

El evento ha sido analizado por el investigador responsable del Proyecto SMART, el Profesor José María Madiedo de  la Universidad de Huelva. Este análisis ha permitido determinar que la bola de fuego estaba relacionada con la registrada la noche anterior: ambas se produjeron como consecuencia de la entrada en la atmósfera terrestre de un fragmento del cometa Encke a más de cien mil kilómetros por hora. En esta ocasión el impacto de la roca contra la atmósfera tuvo lugar a unos 113 km de altura sobre el oeste de la provincia de Albacete. La brusquedad de dicho impacto provocó que la roca se volviese incandescente, lo cual originó una gran bola de fuego que avanzó en dirección noreste, sobrevolando Albacete capital y continuando su marcha desde allí para finalizar a una altitud de unos 51 km, sobre el este de la provincia.  Fue precisamente sobre la vertical de Albacete capital cuando la roca incandescente procedente del cometa Encke explotó bruscamente, lo que provocó un gran incremento del brillo de la bola de fuego.

Los fragmentos desprendidos del cometa Encke son en su mayor parte más pequeños que un grano de arena y se cruzan con la órbita de la Tierra durante los meses de octubre y noviembre, produciendo a lo largo de ese periodo varias lluvias de estrellas conocidas como Táuridas. Sin embargo, los fragmentos que causaron las bolas de fuego de la madrugada del 3 y del 4 de noviembre tuvieron un tamaño muy superior (casi 1 metro de diámetro), motivo por el que su brusco impacto contra la atmósfera produjo un fenómeno inusualmente brillante. Los astrónomos no descartan que fenómenos similares puedan producirse a lo largo de las próximas noches.

El siguiente vídeo muestra la imagen de la bola de fuego captada desde varios observatorios astronómicos, así como su trayectoria en la atmósfera:

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