La iglesia parroquial de San Andrés en Miguel Esteban fue ayer testigo de un pasillo de sables realizado por oficiales de la Policía Nacional de Alcázar de San Juan, en la boda de uno de sus compañeros, a quien quisieron homenajear tras la ceremonia con el tradicional arco y choque de sables para desear suerte y alegría a los novios, Antonio y Rocío.
Como puede verse en las imágenes, el pasillo de sables quedó formado por varias parejas de policías nacionales uniformados y con los guantes blancos, quienes, a la orden de "desenvainen sables" adoptan la posición de firmes, para después formar el arco sobre los novios cruzando los sables y haciéndolos sonar como muestra de alegría. Al finalizar, los dos últimos sables cierran el pasillo, para no dejar pasar a los novios hasta que se besan mientras los invitados aplauden y arrojan arroz. Tras el beso, se levantan los sables y los novios reciben el abrazo y felicitación de los policías de mayor rango, en este caso los inspectores jefes de la Comisaría alcazareña.
Desde El Semanal deseamos mucha felicidad, amor y suerte a Antonio y Rocío, a quienes transmitimos nuestra enhorabuena.
