Bajo el lema “Los Humedales y el Bienestar Humano”, se celebra hoy 2 de febrero el Día Internacional de los Humedales. Un día para poner de manifiesto la importancia que tienen estos ecosistemas para el bienestar humano, y que cuando están sanos son protectores críticos frente al cambio climático.
2000 metros separan la Plaza de España del primer observatorio de La Veguilla, escombrera reconvertida a humedal reconocido internacionalmente como Reserva de la Biosfera de la Mancha Húmeda.
Gracias al aporte de aguas depuradas en cantidad (12 millones de litros al día) y calidad adecuadas (eliminación del 97% de la contaminación orgánica) procedentes de la Estación Depuradora de Alcázar de San Juan-Campo de Criptana, gestionada por Aguas de Alcázar, hacia este humedal, es posible la observación de decenas de especies de aves acuáticas -y por miles de ellas- durante prácticamente todo el año. Dos ejemplos son la malvasía cabeciblanca o la
cerceta pardilla, aves amenazadas que se reproducen en la primavera tardía, y que requieren de aguas con unas condiciones aceptables para que sus crías salgan adelante.
La Veguilla y las aguas depuradas son por tanto una simbiosis inherente, y el ejemplo de estas aves no son más que la punta de lanza de miles de organismos, y cada uno de ellos una maravilla que tenemos que preservar.
La observación de estas aves, el disfrute de este entorno natural y el efecto relajante de un paisaje con agua, nos genera un efecto positivo en nuestra salud y en nuestras vidas.
Los responsables de Aguas de Alcázar no quieren dejar pasar el Día de los Humedales sin animar a la ciudadanía a disfrutar de nuestras lagunas, ya sea a título personal o a través del programa de educación ambiental del que han disfrutado tres mil personas a lo largo de 2023.
La conciencia sobre el uso racional del agua ha de ir más allá que cerrar el grifo cuando te lavas los dientes o poner el lavavajillas a media carga. Y el compromiso, las grandes ideas o el hecho de ser mejores personas, parte al menos de nuestro bienestar físico y mental, y esto, es algo que podemos recibir a pequeñas o grandes dosis con un simple paseo por nuestras lagunas.
