El delegado del Gobierno y el alcalde de Campo de Criptana han explicado ante los medios de comunicación, en una comparecencia breve ofrecida en el Ayuntamiento de la localidad, que todo apunta a que el trágico suceso registrado esta mañana en la calle Convento de la villa de los molinos, en el que ha perdido la vida una familia completa, matrimonio y dos hijos, ha sido debido a la violencia machista.
Han insistido en que no había indicios ni denuncias previas por malos tratos, ni en el centro de la Mujer, ni en los Cuerpos de Seguridad; y han querido ser cautos a la hora de informar sobre las causas exactas de la muerte. Lo que sí han manifestado es que, la investigación apunta a que el hombre ha sido quien ha acabado con la vida de su mujer e hijos; aunque serán las pruebas forenses quienes determinen con exactitud la causa de la muerte.
Contestando a preguntas de El Semanal, el delegado no ha querido confirmar que la muerte de la mujer e hijos haya sido por asfixia, tal y como se ha publicado en algunos medios nacionales
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El alcalde, Antonio Lucas-Torres, además de informar sobre el protocolo que se va a seguir desde el Ayuntamiento, según el cual habrá junta de portavoces a las 17 horas y un pleno extraordinario para condenar los hechos a las 19 horas (tras el que habrá un minuto de silencio en la puerta del consistorio), ha señalado que se trata de una familia conocida en el pueblo y muy integrada, “gente buena , trabajadora y normal”.
Lucas-Torres seha puesto a disposición de la familia, y allegados, así como de los Cuerpos de Seguridad e instituciones relacionadas con el esclarecimiento de los hechos, para colaborar desde el Ayuntamiento en todo lo que sea necesario.
En declaraciones a El Semanal, una vecina de la calle Convento ha explicado que nadie podía imaginarse que detrás de esta familia, aparentemente normal, pudiera haber un caso de violencia doméstica. Sorprendida y totalmente consternada, ha manifestado que a primera hora todos se pensaban que había sido un suicidio, y que la mujer y los niños habrían salido como todos los días camino del colegio. Según esta vecina, el hombre “había tenido alguna depresión, aunque no parecía importante”.
El hombre tenía 44 años, se llamaba Manuel Bustamante y trabajaba de conserje en la piscina cubierta, La mujer, natural de Pedro Muñoz, tenía 40 años; y la niña y el niño, 5 y 8 respectivamente. Según una vecina, llevaban apenas mes y medio viviendo en la calle Convento, donde cerca también residen los padres del presunto autor de los hechos, quienes en el momento del suceso se encontraban de viaje.
