En un partido para olvidar en el que fueron superados claramente por el equipo local

Debacle rojiblanca en Santa Cruz de Mudela

El Racing de Alcázar cayó estrepitosamente goleado por un sorprendente 8-1

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Sorprendente derrota con goleada incluida del Racing de Alcázar en la matinal del domingo. Los alcazareños viajaban hasta Santa Cruz a disputar un partido en el que se jugaban muchas de sus aspiraciones de ascenso.

A pesar de adelantarse en el marcador a los cuatro minutos con un gol de Jaime Gómez, segundos después, el FS Santa Cruz lograba la igualada y tres minutos después se ponía por delante, consiguiendo dar la vuelta al marcador 2-1.

El equipo rojiblanco se estrellaba una y otra vez con el portero José Manuel García, que tuvo una descastadísima actuación, pero a los alcazareños, les faltaba ambición, intensidad, ganas, ritmo de juego, velocidad y sobretodo garra y entrega.

Por su parte, los locales, se fueron creciendo con el paso de los minutos, hicieron el 3-1 y consiguieron dos goles de ventaja ante un Racing de Alcázar que no tuvo su día, algo acobardado, nervioso, atenazado, fue incapaz de acortar distancias en un lanzamiento directo de 10 metros y por ello, se fue en desventaja al descanso.

Los locales, con rápidas contras destrozaron a los visitantes, que veían pero no creían lo que allí estaba sucediendo.

Tras la reanudación, Isidro García, intentó recomponer a su equipo y buscar el gol que metiera a su equipo en el partido, los rojiblancos lo intentaron, tuvieron sus opciones, pero Santa Cruz, con las ideas más claras, con oficio, con experiencia y con las ganas, actitud, entrega, garra y…, que les faltó a los rojiblancos, se hizo definitivamente con el partido ante un Racing de Alcázar que parecía un juguete roto en manos de un equipo que literalmente, le destrozó y que además, consiguió ganarle el golaverage particular.

El Racing de Alcázar buscó la reacción con portero-jugador, pero fue peor el remedio que la solución y La Abuela Cándida/FS Santa Cruz que vio muchísima debilidad en los rojiblancos, arriesgo, puso portero-jugador para además de hacerse con la victoria y los tres puntos, ganar el golaverage de cinco goles de la ida que tenía el Racing.

Uno tras otros fueron cayendo los goles locales y la reacción visitante no llegaba, de ninguna manera, los olés se empezaron a oír en la grada, el FS Santa Cruz se divertía gol tras gol y el Racing de Alcázar, que parecía desaparecido, al menos en alma, caía con estrepito, de manera deshonrosa, incapaz de hacer nada por evitarlo, hasta el 8-1 final, un resultado duro, muy duro, del que habrá que hacer autocrítica, aprender y…olvidar pronto, porque quedan cuatro finales que hay que sacar adelante si se quiere luchar por el ascenso.

Ya no valen las excusas, no hay margen de error, es querer o no querer luchar por el ascenso. El próximo partido dentro de 15 días en casa frente a Bargas.

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