Con los mismos nervios e ilusión de siempre, pero también con la prudencia que exige la situación sanitaria que estamos viviendo debido a la pandemia, El Toboso ha recibido hoy a los Reyes Magos.
La lluvia no ha impedido que las niñas y niños toboseños hayan salido a la calle para mostrar su cariño a Melchor, Gaspar y Baltasar después de un largo año de espera.
Miradas expresivas, emoción palpable y rostros incrédulos que se adivinaban debajo de las mascarillas, han sido las notas dominantes en las calles de El Toboso al paso de la Cabalgata.
Subidos en carrozas individuales decoradas con motivos infantiles alusivos a cuentos y series como Blancanieves, los Minions, Pepa Pig o Toy Story, los Reyes Magos han recorrido cerca de una treintena de calles con el fin de que todos los niños pudieran verlos y evitar grandes concentraciones de gente en zonas concretas.
Antes de comenzar la Cabalgata, la alcaldesa toboseña, Pilar Arinero, acompañada por la concejal de Igualdad, Rosario Leo, ha dado la bienvenida a los Reyes Magos y les ha pedido “salud, empleo y esperanza para todos los toboseños, además del fin de la pandemia, y oportunidades de futuro para nuestro pueblo”.
Arinero ha resaltado que “los niños toboseños se han portado muy bien durante toda la pandemia, han acatado las normas sin protestar y han sido un ejemplo para todos”, por lo que ha confiado en que esta noche reciban “el mejor regalo posible”.
Al finalizar la Cabalgata, y antes de regresar a Oriente, Melchor, Gaspar y Baltasar han iniciado su recorrido por todos los hogares de El Toboso repartiendo juguetes y regalos a los niños y también a los mayores, cumpliendo los sueños de todos ellos en la que, sin duda constituye la noche más mágica del año.
La alcaldesa ha dado las gracias a los voluntarios de Protección Civil por la colaboración en el buen desarrollo de la Cabalgata garantizando la seguridad de los más pequeños. Un agradecimiento que ha hecho extensivo a todas las personas que han formado parte de esta Cabalgata, a los Reyes Magos por contar con El Toboso como parada obligatoria en su largo viaje, a los conductores de las carrozas y, especialmente, a las dos personas que las confeccionan año tras año.
