Ignoro si el ciudadano medio tiene claro a estas alturas qué fracción del gobierno está en posesión de la verdad pero a la vista de la que se ha liado en torno al 8M y su celebración por separado, se diría que ambas en su conjunto y ninguna en particular. Que un partido de izquierdas tache de fascistas a miembros de otro partido de izquierdas con el que se está gobernando es para hacérselo mirar.
Berebena: Sarao que se celebra en el desierto, generalmente de noche y cuando se calma el simún, también llamado viento rojo. A veces invitan a la fiesta a los beduinos que pasan cerca.
Hartosis: Enfermedad que consiste en estar hasta el gorro de algo o de alguien. Se da mucho en la política.
Cerebricales: Cada una de las siete vértebras de la parte de atrás del cuello, así llamadas por su proximidad al cerebro.
Farraón: Rey de Egipto muy dado a las bacanales y orgías de todas clases; algunas tenían lugar en el interior de las pirámides.
Congresiestas: Diputados que se duermen en las sesiones del Parlamento, sobre todo cuando son por la tarde.
Prontitutas: Meretrices que cuando las eligen por catálogo los políticos, y las solicitan por whatsApp acuden rápidamente a prestar sus servicios.
Remo(l)quete: Grúa municipal pequeña que sólo (con tilde) se lleva coches de pequeña cilindrada a ser posible en presencia del propietario.
Los dueños de viviendas que disfrutan en sus casas de la vecindad de algún músico de nivel, al placer de escuchar las obras que prepara han de sufrir la penitencia de las escalas y ejercicios.
A veces tengo que ponerme frente al espejo para contradecirme (o contradizcarme, que dijo el sociata) sin sentirme culpable; que sea “el otro” quien cargue con el muerto.
Citricar: Censurar con acritud limonera cualquier dicho o actitud con los que no se está de acuerdo.
Leído en prensa (8.3.23): “El presidente no ha ido al acto de Igualdad para asistir al acto institucional del Ministerio. Ir hubiera sido un gesto de distención” (sic). Aunque después de todo “igual da” que vaya o no; las espadas siguen en alto.
RAE: El pleno del jueves 9M fue un paseo gramatical a pesar de que se auguraba una sesión tormentosa. Se volvió al asunto de la famosa tilde confirmándose lo que ya sabíamos: que hay partidarios y detractores de la virgulilla. Y es que para muchos irreverentes de la realidad lingüística, los académicos son gente desocupada, y a veces no saben qué hacer para llamar la atención.
(Del libro inédito “Aforismos, greguerías y otras escrituras”).
