Tal como nos lo pintan, preparémonos para lo peor. De todos los sistemas de iluminación de antaño (palmatoria, candil, velón, quinqué, etc.) siento especial debilidad por la capuchina. Lo fácil que era apagarla sin soplar y sin quemarte los dedos.
Aposientos: Lugares donde siempre hay sillas (o butacas, o sofás) donde posar las posaderas, valga la reposancia.
Fortalizas: Productos de huerta que contienen toda clase de vitaminas desde la A a la Z.
Calendalario: Almanaque romano de la antigüedad que todo lo dejaba “ad calendas graecas”, es decir, para nunca, ya que en Grecia no existían tales calendas.
Equinácea: Nombre que debería aplicarse a la adormidera papaver somniferum, origen de la droga caballo.
Errortismo: Cuando alguien se lanza a una aventura y algo falla justo en el momento del climax.
Arrocife: Fondo marino escalonado donde se cultiva arroz que luego hay que segar con traje de buzo o vaciando el mar previamente.
Besura: Cuando los besos se olvidan, se mustian, se descomponen y se convierten en eso.
Todas las fotos se refieren al pasado, o sea, que tienen un efecto retrativo.
Mierdicina: Cualquier medicamento que no cumple lo que dicen el prospecto y el farmacéutico consultado.
Trastíbulo: En las casas espacio habitable que está inmediatamente detrás del vestíbulo.
Tardición: Costumbre (mala) de llegar siempre tarde a los sitios.
Astromanía: Aspiración legítima de cantantes, músicos, bailarines y actores a convertirse en estrellas.
Sentiviento: Sexto sentido corporal que sirve para saber de dónde sopla el aire.
Guarismos: Garabatos de origen árabe con los que calculamos la diferencia entre el Indice de Precios al Consumo y el Salario Mínimo Interprofesional según la fórmula: IPC–SMI= Colas del hambre.
Guarrismos: Individuos que no se lavan nunca.
Versícula (biliar): Vejiga donde los poetas acumulan la bilis y los versos más amargos que se les ocurren.
Fantasmías: Mis propios fantasmas, sueños y contradicciones.
Mantra: Pieza de lana o algodón que protege del frío Son famosas las mantras zamoranas.
En la nueva ley de enseñanza se van a eliminar los números romanos. Lo peor va a ser cuando se eliminen también los números arábigos y tengamos que echar mano del cálculo digital (contar con los dedos).
