Veo al poeta
cantando a la Luna,
a Santiago vibrando
en el Callejón del Toro,
tu alma junto a la acacia,
brincando en la "Placeta el Horno",
junto al "carrillo" de la Santiaga
comprando, el cigarro y el periódico.
cantando a la Luna,
a Santiago vibrando
en el Callejón del Toro,
tu alma junto a la acacia,
brincando en la "Placeta el Horno",
junto al "carrillo" de la Santiaga
comprando, el cigarro y el periódico.
En la vida no te coincidí,
en la otra tomaremos
un jarrete de vino y gaseosa
en cualquier taberna,
al sol y sombra
del verano manchego.
Por las calles pasearemos
libres, como en los sesenta,
libres de rima y lodo.
Dejas un vacío sonoro,
un hueco irrellenable,
un verso incoloro,
pero nos queda tu recuerdo
y tu poesía en el aire.
Cuando por fin
la vida a mí me llame,
sal a mi encuentro
y procura
que no me pierda
y que me halle
en la gloria de verte y escucharte.
De mi libro «A Yo abierto»
Epifanio Quirós Tejado
28/05/2021