Ecoembes y Comsermancha lo dan a conocer

¿Cómo se realiza el proceso de reciclaje de envases?

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El objetivo es desmentir algunos mitos frecuentes en torno al reciclaje como, por ejemplo, que los camiones de recogida mezclan todos los residuos, o que estos se juntan en la planta, o que acaban en un vertedero

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Las puertas de la planta de selección de envases de Alcázar de San Juan, gestionada por Comsermancha en sus instalaciones de la carretera de Quero, se han abierto recientemente a los medios de comunicación, a través de Ecoembes, para mostrar cómo funciona la primera fase del proceso de reciclaje de envases, desde que el ciudadano los deposita en el contenedor amarillo de la calle hasta que se envían a un reciclador para transformarlos en nueva materia prima.

En esta visita, el responsable de la planta ha explicado el funcionamiento de ésta mientras los periodistas hemos visto en primera persona todo el recorrido de los envases desde que los llevan los camiones de recogida hasta que salen hacia una instalación recicladora, la tecnología aplicada para su separación por tipos de material, el trabajo de los empleados y el control del proceso. En esta visita estuvo también una responsable de Ecoembes para compartir los últimos datos de recogida selectiva y reciclaje en la comunidad, una organización sin ánimo de lucro que cuida del medioambiente a través del reciclaje y el ecodiseño de los envases domésticos ligeros en España.

También se ha podido conocer de cerca una actividad medioambiental imprescindible en nuestra comunidad, pero muy poco conocida. Y de paso, que sirva también para desmentir algunos mitos frecuentes en torno al reciclaje como, por ejemplo, que los camiones de recogida mezclan todos los residuos, o que estos se juntan en la planta, o que acaban en un vertedero.

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Planta de tratamiento

Comsermancha separa, clasifica y procesa las 200 toneladas de residuos que recibe cada día en la Planta de Tratamiento ubicada en Alcázar de San Juan, con los objetivos de obtener su revalorización y proteger el medio ambiente.

Cuando los camiones llegan a la planta de Comsermancha se pesan, y de ahí pasan al foso, donde un gran pulpo los va recogiendo y enviando a la cinta transportadora, y allí comienza el cribado de los materiales para proceder a su separación, separando los más voluminosos para evitar atascos.

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Un pulpo lleva los envases a la cinta transportadora

Todo un complejo engranaje que hacen cada día los trabajadores de Comsermancha con los residuos del contenedor amarillo para, posteriormente, darles una segunda vida a través de las empresas que se encargan de ello y en la que Ecoembes está presente para preservar el medio ambiente.

Los residuos no recuperados van al vertedero donde se hacen sellados con tierra, se extraen los líquidos contaminantes para evitar que puedan intoxicar las aguas subterráneas y se llevan o bien a las dos balsas con las que cuenta la planta o bien a una charca de evaporación forzada. También en ese proceso se produce un gas metano con el que se genera energía.

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Y es que con la separación, procesado y tratamiento de los residuos se obtiene bioestabilizado, regenerador de suelo, electricidad mediante biogás y subproductos de papel, envases, plásticos, metales, aluminios…, al mismo tiempo que Comsermancha genera puestos de trabajo durante su proceso y protege al medio ambiente, mejorándose la calidad de vida de la población.

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Resultados actividad Ecoembes en Castilla-La Mancha en 2022

La contribución a la economía circular a través del reciclaje de envases sigue afianzándose entre los castellanomanchegos consiguiendo que cada vez más envases puedan convertirse en nueva materia prima para crear, a partir de ellos, otros productos como textiles, mobiliario urbano, tuberías y nuevos envases. De hecho, en 2022 en Castilla-La Mancha se enviaron a instalaciones recicladoras 70.323 toneladas de envases domésticos de plástico, metal, briks y papel y cartón para ser reciclados y darles una nueva vida, un 9,6% más con respecto al año anterior. Estos datos que, junto con los del resto del país, se comunican anualmente al Ministerio de Transición Ecológica, consolidan los datos de envases totales reciclados -industriales, comerciales y domésticos- que España reporta a Europa.

Por tipo de material, de las 70.323 de toneladas recicladas, 31.402 toneladas fueron de envases plásticos; 26.626 correspondían a papel y cartón; y 12.296 fueron envases metálicos.

Del total de toneladas de envases reciclados, 41.405 procedían de los envases que los ciudadanos separaron en los contenedores amarillos y azules de la calle y en las papeleras de colores instaladas en espacios de gran afluencia de público, como parques temáticos, aeropuertos, estadios de fútbol, oficinas y bares y restaurantes. La cantidad restante se consiguió recuperar de las plantas de la fracción resto, adonde llegan todo tipo de residuos sin separar.

De hecho, la implicación ciudadana es fundamental para el proceso de reciclaje. La separación que ciudadanos y ciudadanas hacen en sus hogares y otros espacios es el primer paso de un largo proceso industrial que acaba en una instalación recicladora, que es la que convierte los residuos en nueva materia prima. Así, en 2022, cada castellanomanchego separó 20,8 kilos de envases plásticos, latas, briks y papel y cartón para hacer posible su reciclaje. Estos datos van en línea con los objetivos que marca la nueva legislación nacional y ambiental para mejorar la cantidad y la calidad de la separación que los ciudadanos realizan.

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Vertedero de Comsermancha

Por eso, y a pesar de que este hábito de separar para reciclar está muy asentado, el objetivo es que cada año los ciudadanos de Castilla-La Mancha lo hagan más y de mejor forma. Para ello, es fundamental que cuenten con infraestructuras y servicios les facilite esta tarea, como son los 11.723 contenedores amarillos (523 contenedores más que en 2021) y los 10.243 azules (563 más) que hay en la calle, así como papeleras de colores disponibles en otros espacios.

“Tenemos claro que uno de nuestros principales objetivos es acercar y poner fácil el reciclaje a los castellanomanchegos y castellanomanchegas. Por eso, llevamos a cabo distintas iniciativas para llevar la recogida selectiva de envases allá donde estén, por ejemplo a edificios públicos, deportivos y centros educativos, donde hemos entregado 4.800 papeleras amarillas y azules, además de en eventos celebrado a lo largo de la región, para los que entregamos más de 300 contenedores ligeros, un tipo de contenedor que permite su fácil traslado”, ha declarado Antonio López, gerente de Ecoembes en Castilla-La Mancha. “A lo largo de 2022 hemos seguido impulsado nuestro proyecto de reciclaje incentivado RECICLOS, para fomentar el reciclaje de latas y botellas de plástico de bebidas, llegando ya a casi 160.000 castellanomanchegos, quienes también cuentan con máquinas ubicadas en centros de mayores, centros comerciales o polideportivos”, ha añadido López.

Así, gracias a la contribución de los castellanomanchegos, el pasado año se enviaron instalaciones recicladoras 1.627.313 toneladas de envases a nivel nacional. De esta forma, se ahorró el consumo de 21,46 millones de m3 de agua y de 6,72 millones de MWh de energía, además de evitar la emisión de 1,69 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera. En 2022 también destacó que el 20% de los envases domésticos de plástico puestos en el mercado incorporaron material reciclado, fomentando así su circularidad.

El reciclaje de envases, un hábito que nos acompaña desde hace 25 años

Este año se cumplen 25 años desde que llegase la ley que impulsó el reciclaje de envases en España. Desde entonces, tanto el compromiso ciudadano con el hábito del reciclaje como las infraestructuras han dado grandes pasos, consiguiendo que cada vez se reciclen más envases. De hecho, en el primer año de recogida selectiva en la región las toneladas de envases recicladas fueron 12.730, una cifra muy lejana a las 70.323 toneladas alcanzadas en 2022.

Así, a lo largo de este cuarto de siglo, se ha hecho un gran esfuerzo por mejorar infraestructuras, como el número de contenedores o las plantas de selección -6 de ellas en Castilla-La Mancha-, así como por concienciar y enseñar a la población sobre qué depositar en cada contenedor y la importancia que para el medioambiente tiene el sencillo gesto de reciclar, siendo ya 8 de cada 10 ciudadanos castellanomanchegos los que declaran separar sus envases a diario.

Aun así, a pesar de estos avances, aún hay ámbitos en los que se puede mejorar para incrementar la colaboración ciudadana con la separación de envases, en línea con las nuevas metas planteadas por la legislación nacional y europea. Por ejemplo, todavía hay ciudadanos que no separan en el contenedor amarillo envases pequeños o metálicos como latas y aerosoles, o que confunden ese contenedor con el de plásticos y depositan en él juguetes, sillas e, incluso, textiles, complicando la labor de selección llevada a cabo por las plantas de clasificación, al estar preparadas para separar únicamente envases.

Además, aún pueden darse pasos con el reciclaje de otro tipo de residuos que, hasta el momento, no han tenido una recogida separada obligatoria, tales como el textil, la materia orgánica o los envases comerciales e industriales. De hecho, los objetivos marcados en materia de reciclaje para los próximos años inciden en el aumento del reciclaje de todo tipo de residuos, sean domésticos o no. Igualmente, es necesario priorizar cada vez más la reducción y el consumo responsable y la reutilización como alternativas previas al reciclaje. 

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