LAS COSAS CLARAS

El 8 de marzo, Día Mundial de la Mujer, debe seguir siendo reivindicativo

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photo_camera Joaquín Arias

El día Internacional de la Mujer debe seguir siendo reivindicativo porque aún no se valora como se debiera el papel y la aportación de las mujeres a la sociedad.

El papel de las mujeres antes y ahora sigue estando infravalorado en sus diferentes facetas como mujeres y su papel y aportación a la sociedad en la que desarrollan sus vidas.

Es mucho lo que las sociedades les deben a las mujeres en cualquier lugar del Planeta Tierra a lo largo de la historia, por la evolución y desarrollo de la humanidad, superando dificultades enormes en guerras, catástrofes humanitarias, epidemias, plagas, desarrollo, venciendo dificultades y ahora defendiendo derechos, ante los privilegios del que gozamos los hombres y otras en instituciones públicas y privadas.

La mujer de hoy sigue luchando por la Igualdad de género que se les niega ante los privilegios de los que gozamos los hombres, con fama, poder y dinero, sometiéndolas a presiones y aberraciones de las que no nos avergonzamos, ni nos arrepentimos.

Siendo ella el pilar fundamental de los hogares, y de las sociedades de antes y de ahora, nos cuesta reconocer y ceder por derecho el lugar que les corresponde. Cuando se les niega ese derecho que nadie les ha regalado, es porque somos egoístas y envidiosos de su valía, su capacidad de entrega, sacrificio, dedicación y esfuerzo y de su inteligencia.

Hoy, en los trabajos, se las sigue ninguneando, pues lo de a igual responsabilidad, esfuerzo y dedicación igual, sigue siendo una quimera en muchos casos, pues sus nominas  y sus derechos son inferiores a los de sus compañeros como se puede demostrar fehacientemente en más casos de los deseados.

Las cargas en las tareas de los hogares, cuidados de hijos y otros miembros de las familia, más si hablamos de que estos sean dependientes o tengan alguna enfermedad que necesite del apoyo del resto de la unidad familiar, ellas siguen siendo el soporte fundamental de las familias y suplen funciones que correspondería a los servicios de los cuidados de las administraciones locales, provincia, regionales y del Estado y sus organismos autónomos.

Por lo tanto hay que seguir reivindicando el reparto de las tareas y responsabilidades del hogar, de los hijos y del resto de los miembros de la familia.

Hay que seguir reivindicando que los servicios de los cuidadanos no recaigan casi exclusivamente en colectivos profesional mayoritariamente feminizados, como son la ayuda a domicilio,  residencias, y limpieza de edificios públicos y privados con salarios que en alguno casos no llegan al salario mínimo y en los derechos están muy por debajo de otros colectivos. En relación a la promoción profesional y carrera profesional CERO.

Es una autentica vergüenza hoy día la privatización y externalizacion de estos servicios a empresas y multinacionales, que prestan servicios públicos a contratas de se forran a costa de los usuarios de estos recursos y de los trabajadores que los prestan.

No se puede decir que se defienden los servicios públicos y luego cuando llegan al poder los privatizan o externalizan, o los mantienen en manos privadas, diciendo que la institución pública que lo hace mantiene la titularidad pública y solo privatiza o externaliza la gestión y prestación del servicio, con sueldos y condiciones laborales inferiores a la de los trabajadores y trabajadoras que lo hacer a través de la  gestión pública–directa.

Hay que denunciar esta hipocresía de quienes privatizan o mantienen los servicios a través de contratas en Ayuntamientos, Diputaciones, organismos del Estado, Residencias Geriátricas o de otro tipo perjudicando a sus trabajadores con condiciones salariales y económicas fuertemente feminizados.

Hace ya unos años los movimientos feministas y el 7-M cuando poderes interesados en convertir en un día de fiesta y folklore le dieron una vuelta de 180 grados convirtiendo este día en un día de lucha con acciones y movilizaciones que dieron la vuelta al mundo, haciendo ver la necesidad que había de seguir luchando por la igualdad de las mujeres con los hombre, pero sobre todo contra el maltrato a las mismas, los asesinatos, las violaciones y todas las aberraciones que todavía se cometen contra ellas.

La fuerza, el poder, la fama y el dinero, de hombres con pocos escrúpulos, las hace vulnerables en multitud de situaciones, en el trabajo, en los hogares, en el ocio y tiempo libre, y sobre todo por las noches y fiestas populares y multitudinarias como si ellas tuviesen menos derechos que los hombres.

Esto viene de lejos como la historia nos informa y recuerda, los medios de comunicación, las redes sociales que en casos captan sobre todo a mujeres y niños sin picardía abusando de su inocencia y su vulnerabilidad.

Hay muchas razones para levantar la voz, y hacer de este día un día reivindicativo de las mujeres y sus causas para que esta llegue a ser un día más cercano que tarde un mundo más y justo y decente para ellas y nosotros.

Estos días vemos como un avance muy importante para la Ley del SI es SI, se convierte en una lucha a veces hipócrita en busca de votos de una manera rastrera.

No me parece acertada la estrategia de la ministra de Igualdad Irene Montero, el empecinarse no es buen consejero, si en algo está fallando jurídicamente a veces de forma interesada por algunos jueces, habrá que corregirlo cuanto antes mejor, pero dejando muy claro y con garantías que el NUCLEO CENTRAL DE LA MISMA, debe quedar garantizado, como la figura central del CONSENTIMIENTO, en ese sentido volver hacía atras como quiere la derecha y extrema derecha ni para coger impulso, en ese sentido hay que reconocer a la Ministra de Igualdad su arrojo y valentía para defender a las mujeres como lo está haciendo, pero sin empecinamiento y no darle razones  sin fundamento a quienes no la tienen.

Joaquín Arias Abengozar.

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