Aforismos, greguerías y otras escrituras: UNA LEY DE PREGUNTAS Y RESPUESTAS

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En las sesiones del Congreso y el Senado haría falta una ley que obligara a los políticos de cualquier rango o ideología a contestar a lo que se les pregunte, sancionándose con dureza tanto el mutismo recalcitrante como perderse en divagaciones ajenas a lo que se esté debatiendo. No contestar a las preguntas que se dirigen entre ellos evidencia el poco respeto que se tienen, y es causa del nulo respeto que inspiran quienes así actúan.

Ladrón de bibliotecas: Intelectual dedicado al negocio de los libros que los retiraba “prestados” y sin coste de los anaqueles públicos para atender los pedidos que le llegaban a través de las redes sociales y otras vías. Una forma “sui géneris” de fomentar la lectura.

Garraputa: Acárido con forma de huevo que ejerce la prostitución y chupa la sangre de sus clientes.

Cuando unos ojos miran con amor no hay caricia física que se pueda comparar a esa mirada.

Hipoacúsicos: Grupo de personas que desde que se inventó el cine mudo aún no lo han remontado.

Voyería: 1): Lugar desde el que se puede fisgonear cantidad. 2): Establecimiento donde venden voyos.

La Morralleja: Barrio imaginario habitado por gente que se aplica el modo de vida sin corregir y disminuido del que hacen gala ciertos Vips capitalinos.

Chocarrón: Choque descomunal como el de un tren y un camión en Texas (USA) en 2021 o el de dos cruceros en el puerto de Cozumel (Méjico) hace unos años.

Las tapaderas trasparentes de las ollas y cacerolas modernas estimulan las papilas de esos gourmets que “comen con los ojos”. Sin destapar el guiso ya empiezan a disfrutarlo. Más que gula, lo suyo es pura lujuría gastronómica.

Algunos recepcionistas de hotel parecen policías sin placa por el énfasis que ponen al exigir el documento de identidad a los viajeros.

Cualquier objeto vulgar una vez envuelto para regalo en unos grandes almacenes se convierte en joya.

La Tartuja: Establecimiento sevillano donde venden variedad de tartas para las vajillas y juegos de café y té que también fabrican.

En el curso que deberán hacer por exigencia de la Ley de Bienestar Animal, los dueños de perros tendrán que aprender a ladrar en todos los idiomas oficiales del Estado.

(Del libro inédito “Aforismos, greguerías y otras escrituras”).

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