EN CALIENTE

Carta abierta al gerente del Hospital

Soy paciente del hospital La Mancha Centro, del cual quiero hablar a través de este medio de comunicación, para que mi opinión llegue al gerente o a quien convenga y sepan las deficiencias que he experimentado en el servicio de Urgencias.

Desde hace bastantes días sufro dolencias en el aparato digestivo y por este motivo empecé "mi hégira sanitaria" con mi médico de cabecera (como se le ha llamado siempre) y obrando de acuerdo con las pautas por él sugeridas.

Antes de entrar en el meollo de mi escrito, confieso que soy una fans del citado centro sanitario y que le tengo en tanta estima como la que siente un creyente judío por el templo de Jerusalén, pues en este hospital he experimentado mis dolencias y sanaciones; y no sé si por "peinar canas" o por suerte he pasado por varias de sus especialidades que enumero para dejar constancia; oftalmología, oncología, trauma y cirugía... Actualmente tengo una calidad de vida buena que debo a una excelente nefróloga del Hospital Mancha Centro. A todos ellos mi gratitud.

Mi hospital tiene un servicio que he omitido en el listado anterior y que responde al nombre de URGENCIAS. En este área se suele estar poco tiempo, pero las horas se hacen eternas... Se llega normalmente en un estado de vulnerabilidad que no te aguantas ni a ti mismo, al que se une el estar hacinado junto a otros pacientes que, igual que tú, emiten justificados quejidos en un reducido espacio. Circunstancias que te despersonalizan, desubican y acrecientan la sensibilidad, aún agradeciendo el trato que se recibe (cuando es bueno, porque en caso contrario, te hacen sentir como un simple número), de forma que cuando por fin sales de Urgencias lo haces con el anhelo de no regresar... La conclusión es sencilla: los que allí vamos no lo hacemos por hobby, no vamos porque nos guste, vamos por necesidad y, en mi caso, sugerido por un médico de familia.

Fui recibida por un profesional, ignoro su graduación, que me demostró que adolecía de espíritu corporativo porque hizo un comentario negativo de los médicos del ambulatorio que preferí no dar por bueno, saliendo en su defensa. Acto seguido me asignaron un médico (si lo era de hecho) o un MIR que está aprendiendo porque parecía no tener muchas tablas, eso sí se portó afablemente.

La médico titular no apareció hasta pasadas seis horas para decirme que como la analítica era correcta (única prueba que me realizaron) y había mejorado con el chute que me habían puesto, no reunía lo exigido para calificarme de urgente, por lo que debía regresar a casa o al ambulatorio.

Yo hice lo que me dijeron y una vez en casa, con la mente despejada, me releí el contenido del informe, del que quiero hacer alguna observación: primero, reitero que no fui a Urgencias por un capricho ni por voluntad propia sino aconsejada por mi médico; segundo, los datos que constan en dicho informe no atienden a las respuestas que yo di, entre otras relativas a mi medicación actual ni a mis enfermedades actuales, son datos extraídos de mi historial clínico que están obsoletos; y tercero y último, en cuanto a la titular, me extraña que diera por bueno con su firma dicho informe si ella no apareció hasta las 6 horas, pues su seguimiento del caso fue nulo.

Todos estos avatares los considero pasados, pero les exhorto a que tengan en cuenta mi experiencia y recuerden siempre que los pacientes que acudimos a Urgencias somos personas, con vidas humanas, aunque estén desvalorizadas actualmente, máxime si tenemos ya una cierta edad.

He preferido no dar nombres ni poner datos en este texto para que nadie se pueda sentir agredido ni nadie salga perjudicado con mis juicios. Lo hago en bien de todos y sin temor a represalias... A mí, simplemente, me gusta andar en espíritu y en verdad.. Hasta siempre.

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