Ingenuo de mí

Por Alejandro Matilla García

A veces hago plagio de mis propios escritos. Que me disculpe el lector. Hoy hablaré de la actitud y errores del hombre. La definición más clásica sobre el mismo se debe a Aristóteles. De una manera muy concisa, pero también exacta, definió como “animal racional”: Lo que diferencia  de los demás animales.  Últimos, los “irracionales”, alguna vez se comen a sus propias criaturas, sobre todo los que nacen  enfermos, así les evitan el sufrimiento. Nosotros no llegamos a ello, pero viendo nuestro pobre Parlamento, y el bajo nivel de nuestros Diputados, pronto practicaremos el canibalismo. Tenemos que intentar abrir el debate dormido de “Monarquía o República”, y después exigir el Referéndum pendiente. El último motivo está muy reciente: nuestro rey emérito nos ha avergonzado ante el mundo y sobre todo ha dejado a las nuevas generaciones un doloroso legado.

Cuando las Monarquías fracasan, llegan las Repúblicas. Hablo del reinado de Isabel II y Alfonso XIII. Durante la dictadura es obvio que no se podía abrir este “melón”. Por ello esta etapa la saltaré, ya se ha escrito bastante. En plena Transición, ocurrieron hechos muy graves que deseo recordar:

1º Matanza de Atocha, 24 de Enero de 1977. Al final del día, unos fascistas masacraron a un ramillete de jóvenes abogados laboralistas. Su pecado había sido defender a los trabajadores. A los pocos días se les dio sepultura. La consigna era ir en silencio y la cabeza gacha. No se debía hacer ruido; había que legalizar el Partido Comunista. Hecho que ocurrió a los dos meses y medio, 9 de Abril de 1977.( Sábado Santo).

2º Redacción y firma de la Constitución. Fraga y Santiago Carrillo no se podían ver. Negociaron haber quién perdía menos. Santiago, aceptó la Monarquía Parlamentaria, y la firma la hizo abrazado a la Bandera Nacional. Dijo que no quería más sangre.

3º Ahora pasamos a la “chapuza” del 23 de Febrero del 1981. De madrugada llegó el “Ángel  Salvador”. En el pecho de su verde guerrera lucía una verdadera ferretería. La mitad de su cuerpo estaba cubierto por una amplia mesa. Era necesario, ya que estaba en calzoncillos. Deporte que ha practicado toda la vida.

En la cabecera de este texto, digo: “Ingenuo de mí”. En parte es cierto, porque deseo la República sin republicanos. En este país capitalista y de gran consumo, es muy difícil ser de izquierdas, socialista o comunista. Es muy triste ver a un hombre perder toda la mañana en “Mercadona” mirando  la lista de la compra, y el resto del día hablando de fútbol. Un hombre comprometido con la sociedad, que quiere erradicar la pobreza, que busca la igualdad, que lucha por la justicia social, debe ser más sobrio. Todo ese tiempo perdido, lo debiera dedicar a leer, escribir y aprender, para que un trabajador pueda llegar a  gobernar su país. Para ser más libre. Poder negociar un convenio con la patronal teniendo las mismas armas: el Conocimiento.

En estas próximas Elecciones Generales nos jugamos mucho, ¡esto va en serio! El llamado espectro político de derechas, si pierde, se enfadará mucho, igual que “Vinicius”. Pero si ganan y entra en el gobierno Vox, algunos tendremos que preparar la maleta, sin billete de retorno. Digo todo esto porque mi casa la destrozó un falangista malo.

Alejandro Matilla García.

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