REFLEXIONES DESDE MI MOCHILA

Premio Nobel de Medicina 2023

Como quizás la mayoría de mis lectores conoce, se ha otorgado el premio Nobel de Medicina (compartido) a Katalin Karikó, bioquímica de origen húngaro afincada en EEUU.

La historia reciente profesional de la científica es la de una mujer que no se ha rendido. Convencida que sus trabajos sobre el ARNm tenían utilidad entre otras, en las vacunas, sufrió durante años el desinterés de instituciones e industria farmacéutica. Hoy, si hemos superado esa terrible crisis provocada por el COVID, ha sido en gran parte gracias a las vacunas desarrolladas en tiempo récord por, entre otros, los trabajos que ya había impulsado la científica.

El inicio de la vacunación contra el COVID me pilló en Francia. Tuve la suerte, porque así lo considero, de haber sido elegido el hospital donde trabajaba como el primero en organizarla y esa organización fue mi responsabilidad directa. No tuve ninguna duda, a pesar de tener que hacerlo a la carrera (para que luego digan que en España improvisamos) y contar con el rechazo de gran parte de mis compañeros. No tuve duda, decía, de la eficacia de la terapia que poníamos en marcha porque la evidencia científica de la utilidad de las vacunas es abrumadora.

Por todo ello hay dos asuntos en la historia de mi reflexión que me sacan de quicio. El primero, y creo haber hablado ya de ello, es el del rechazo a las vacunas. Rechazo absolutamente estúpido y falto de toda evidencia. Las vacunas han salvado y lo siguen haciendo, millones de vidas. Y por ello me rebelo especialmente contra quienes, sin tener ningún conocimiento científico, y solo para disfrutar de un eco de los medios y redes sociales, se permiten el lujo de erigirse en “antivacunas” haciendo un daño enorme a quienes solo se rigen por estos medios de información sin ser capaces de contrastar lo que estos idiotas, que es la palabra que los define, dicen sin el menor rubor. Me causa especial pena cuando estos “anti” son  (y son afortunadamente los mínimos) sanitarios. Cuando discutes con ellos los argumentos, si los tienen, son tan absolutamente peregrinos como los de los que mantienen que la Tierra es plana. Por desgracia este mundo actual donde las redes sociales son el eco perfecto para ignorantes y parlanchines, esta cada día mas poblado de tontos.

El otro asunto va relacionado, y este es un tema repetitivo en mis escritos, con el género. Hablamos de una mujer luchadora, que gracias a su tesón, ha hecho posible que se salven millones de vidas. Y esto es independiente de su género. Un ser humano excepcional, como hay muchos anónimos, sean hombres o mujeres. Desgraciadamente esto no es así de evidente para algunas culturas y religiones y para muchos millones de hombres educados en el machismo. Y la lacra no tiene visos de acabarse, mas aún si en nuestra cultura europea de libertades siguen surgiendo partidos políticos que lo niegan como con el cambio climático.

No podemos dejar que todos estos que siguen negando o estando en contra de  la evidencia y la realidad continúen haciendo tanto daño. Solo merecen nuestro rechazo e ignorancia.

Así que, aparte de rendir reconocimiento al ser humano Katalin Karikó, animo a mis lectores a que se vacunen en las campañas que se pongan en marcha y ayuden con todos los medios a eliminar para siempre los efectos devastadores y en vidas que provoca el machismo.

Más en Opinión
Entrando en la página solicitada Saltar publicidad
Advertisement