ENCUENTROS EN LA CASTELAR

Hoy, con Pablo Fuentes de la Guía (Apasionado en la enseñanza del fútbol)

Por Antonio Leal Giménez

Nació el quincuagésimo segundo día del año 1994 en el hospitalillo, y siempre ha vivido en la calle Castelar. Es el mayor de dos hermanos. Valora desde muy pequeño, la valentía y la bondad de su hermano menor. Proviene de una larga familia muy trabajadora, que ha tenido su propio negocio dedicado a la alimentación durante casi un siglo. En la actualidad su padre se dedica a conservarlo y hacerlo crecer. Su familia es su verdadero pilar que le hace sentirse arropado totalmente y de la que fluye continuamente el amor. Hereda de su padre la pasión que pone en todo lo que emprende, y de su madre, la serenidad, el saber estar y la reflexión. Su padre, también fue entrenador y su tío Antonio, presidente del Gimnástico de Alcázar en su etapa de mayor esplendor.

Gran parte de su infancia la pasó jugando en la calle, principalmente al fútbol, con sus amigos. Su campo de juego estaba situado frente a la pastelería la Rosa, y con el mobiliario de la calle, maceteros y papelerías fijaban las porterías. El amigo de la pandilla Josemi, era un excelente jugador y cuando “echaban a pares y nones” para hacer los equipos todos querían que formara parte del  suyo. A veces, tenías que salir corriendo ya que los cristales de las ventanas cercanas, las paredes recién pintadas y las bonitas flores que adornaban la calle, sufrían algún que otro pelotazo. Fue el tiempo en que terminó convencerle de que no era el lugar más apropiado para la práctica del fútbol, sobre todo teniendo Alcázar una de las ciudades deportivas mejores de la provincia. A partir de los doce años empezó a jugar en el Delgado Meco y desde entonces, a día de hoy vive de su gran pasión, como es la enseñanza del fútbol. Pertenece al equipo de entrenadores de la Barça Academy y lo ejercita en la ciudad de Nashville en EE.UU.

Pablo, aprendió de su padre el oficio de “vendedor”, y ya desde pequeño, vendía con sus amigos pajaritas y aviones de papel, o las chuches de la tienda o algún pastel que otro, de la pastelería de Gorrolo que aportaba su hijo Tetus. Todo ello transcurría en la Castelar. Los ingresos les permitían comprar chucherías en Francaris y castañas de Eloy.

Sus años escolares los pasó en la SAFA y allí descubrió su verdadera vocación: El Ejercicio de la docencia y más tarde, aplicada al fútbol. Antes de estudiar Maestro de Educación Primaria en la Facultad de Educación de la UCLM en Toledo, fue al Cervantes y como buen alumno, nunca faltó un solo día del calendario escolar, aunque si lo hizo una tarde, que no fue a clase, porque había quedado con Alba, su actual pareja con la que comparte su vida desde hace ocho años. Un simple beso, lleno de amor, justificó su ausencia de la clase de Literatura.

Entrenó en la Escuela de Fútbol de Alcázar, desde pre-benjamines hasta Juvenil Nacional con su amigo Álvaro, pasando por entrenador de porteros y árbitro… ha dado clase de inglés y ha portado en más de una ocasión el brazalete del equipo de su corazón, el Sporting de Alcázar. Es en 2016 cuando por primera vez viaja a Nueva York para entrenar, con mucho miedo en el cuerpo, pero con ilusión y muchas ganas de aprender. Durante el verano de 2018 recibió una oferta para trabajar en una de las 50 Academias del Futbol Club Barcelona.  

En la actualidad vive  entre rascacielos y figuras de Lincoln, que, en su opinión, mucho tienen que envidiar a nuestros queridos molinos de viento, el torreón, y la estatua de Don Quijote y Sancho de la plaza de España. Ha sido Profesor en el Colegio Sagrada Familia, Monitor de actividades extraescolares en el C. Virgen del Rosario (Campo de Criptana), Entrenador de fútbol en TSF Academy New Jersey de Estados Unidos y en la actualidad entrenador de fútbol en Barsa Academy Nashville.

Tenemos el placer de tener nuestro Encuentro en la Castelar, aprovechando sus vacaciones,  con uno de los buenos especialistas en el tema de la formación futbolística, cuya experiencia a nivel internacional le otorgan una capacidad de reflexión y autoridad en la materia fuera de toda duda. La tienda de Pablo Fuentes en la Castelar será nuestro punto de encuentro.

PREGUNTA: ¿Cómo se siente Alcázar de San Juan desde Nashville, la capital del estado de Tennessee en Estados Unidos? ¿Los 7070 kilómetros que nos separan hace que, en ocasiones, te sientas nostálgico y quieras volver? ¿En algún momento del día, Alba, tu pareja, te habla de nuestro pueblo?

RESPUESTA: Dicen que “A veces la distancia une más que separa, porque lo que más se extraña, más se piensa y lo que más se piensa, más se quiere”.

Tengo muy presente nuestra ciudad, todos los días, leo las noticias, sigo los resultados de todos los clubes deportivos, veo Pista a Pista y leo el Semanal… Por supuesto siento nostalgia y momentos de debilidad en muchas ocasiones, es allí donde están mi familia, pareja, amigos… Pero a la vez estoy viviendo una experiencia maravillosa aquí, vivo de lo que más me gusta y disfruto de cada minuto que le dedico a mi trabajo. Además, he tenido la suerte de dar con gente muy parecida a mí y hacen todo mucho más fácil.

Hablo con Alba a diario, me cuenta todo lo relevante que pasa en Alcázar, ella también está muy conectada al deporte alcazareño, por lo que me mantiene al día constantemente, además es un apoyo fundamental en esos días nostálgicos de los que hablas.

P. ¿Se parecen en algo las zonas de Broadway y 2nd Avenue por las que paseas a menudo en la actualidad a nuestra Castelar? ¿Te gustan más los Goo Goo Cluster o los pasteles de la Rosa? ¿Prefieres el cantar de las bandas y agrupaciones que recorren las calles cantando los mayos a la música country que tienes ocasión de escuchar cada día? ¿Cuál fue la época que más te divertiste en la Castelar?

R. La calle Broadway, es el corazón mundial de la música country, está a cualquier hora, cualquier día de la semana abarrotada de gente, sus bares tienen un encanto especial, música en directo 24/7 y un gran ambiente festivo. Los Goo Goo Cluster son espectaculares, pero no se acercan al olor a pastel que se percibe cuando paseando por la Castelar, pasas por la puerta de la Rosa, ni por supuesto el trato cercano que te da la familia Quirós Cortés cada vez que visitas su negocio. No puedo ser muy parcial en este tema, son mi segunda familia!

Mi infancia en la Castelar fue inolvidable, tengo muchísimas anécdotas, como cuando cambiaron el suelo de La Castelar, llena de montones de arena y máquinas excavadoras, aquello era un paraíso para nosotros, y un infierno para nuestras madres, recuerdo las lágrimas de mi madre cuando mi hermano y yo subíamos con tierra hasta en los calzoncillos.

Éramos los pequeños justicieros de nuestra calle, si alguien subía en bici le regañábamos, ayudamos como testigos en un robo y no dudábamos en avisar a la policía si veíamos algo raro. Siempre con el balón debajo del brazo.

P. ¿Cuál es el puesto que ocupas actualmente y cómo fue el proceso de selección que tuviste que realizar? ¿Cómo valoras la experiencia hasta ahora?

R. Soy Head Coach de tres equipos, uno de ellos (los más pequeños) únicamente trabajan a nivel formativo, y los otros dos, Alevín A y Cadete A compiten en la liga estatal de Tennessee. Los tres tienen un nivel muy alto para lo que encontramos aquí y el poco tiempo que llevan trabajando juntos, con todos los cambios que supone a nivel cognitivo para ellos, la nueva metodología y el nuevo estilo.

El proceso selectivo comenzó en verano, recibí una llamada para trabajar con Sporting Global (partner del FC Barcelona) en unos Summer Camps, visitamos ciudades a lo largo y ancho de Estados Unidos y fue una experiencia maravillosa, cuando acabamos los camps, me transmitieron que querían contar conmigo para la apertura de la nueva academia en Nashville y tras una serie de negociaciones acepté el contrato.

P. La misión de Barca Academy Nashville es ayudar a las familias a criar hijos maravillosos. ¿Cuál es tu metodología de trabajo? ¿Qué tipo de valores tratas de inculcar a tus deportistas? Iniesta, Messi, Piqué y tantos otros, ¿Son un ejemplo del resultado que tratáis de conseguir con la aplicación de ese método? En qué se diferencian estos jugadores de Butragueño, Raúl, Casillas… desde un punto de vista formativo?

R. Mi metodología es la impuesta por el FC Barcelona, y desarrollada por Paco Seirulo, el que fuera preparador físico del club en la etapa de Guardiola, curioso que una de las máximas del preparador físico sea “la preparación física como tal, no existe”. La condición física, tiene que estar integrada en el entrenamiento total del fútbol. Hablando en términos tradicionales: la técnica, la táctica, la preparación física, psicológica, todo tiene que ser uno. No se puede trabajar la preparación física por un lado y que no tenga nada que ver con los gestos, espacios, superioridades y relaciones que encontramos en el fútbol.

La forma en la que la desarrollamos es mediante descubrimiento guiado, planteamos tareas en las que surgen problemas y retos para el jugador, y mediante formulación de preguntas le guiamos hacia la solución, de esta forma el jugador entiende porque está haciendo las cosas y a nivel cognitivo le permite un entendimiento mucho mayor del juego y una mejor interpretación de las situaciones que encuentran durante el mismo.

En cuanto a la pregunta de los jugadores del Barsa y del Madrid, las únicas diferencias que puedo encontrar entre ellos son las metodologías que habrán recibido en su etapa formativa, ya que los madridistas que me mencionas son de épocas anteriores y les formarían con metodologías más tradicionales, como el mando directo.

 
 
P. Cómo empezó a interesarte en estos aspectos: educación, valores, deporte? ¿Es algo en lo que siempre te has querido involucrar? ¿Consideras que lo que marca la diferencia en un buen deportista, además del talento y la dedicación, es la buena educación?
 
R. Desde los 15 años entreno equipos, siempre en edades muy tempranas, con los cuales me centraba más en la imposición de normas para alcanzar valores y hábitos saludables, futbolísticamente no podía aportar mucho porque eran grupos muy numerosos de niños, conseguía que fueran tácticamente ordenados y poco más.

Considero que, si comparamos la educación deportiva con el abecedario, la educación en valores sería la A, sin ello no se puede continuar, en mi opinión es lo que hace que reine la armonía en el grupo y lo que provoca una buena atmósfera para el desarrollo de los niños.

Para mi sin duda lo que marca la diferencia en un buen deportista es en primer lugar el inconformismo y las constantes ganas de aprender, hay chavales que con 17 años se creen que saben todo, esto les lleva a ser incorregibles y a un estancamiento en su vida deportiva, aquí trabajamos mucho el fallo, les dejamos fallar, identificar en que han fallado y buscar una solución al error, además nos sirve para que ellos entiendan el gran margen de mejora que tienen.

P. ¿Estás de acuerdo con la expresión “sobran entrenadores y faltan educadores en el mundo del fútbol? ¿Dónde se aprende a ser formador? ¿Es importante en el proceso formativo inculcar que no todo es conseguir la victoria en la competición?

R.  La verdad es que no estoy para nada de acuerdo con esa expresión, en el mundo del fútbol, hacen falta entrenadores de fútbol, lo cual lleva intrínseco ser formador y además de tener unos conocimientos del deporte que se practica. Yo jamás apuntaría a mis hijos a una escuela de fútbol en la que la persona que dirija al equipo no aporte nada futbolísticamente hablando a sus jugadores, si quiero que se entretengan los apunto a la ludoteca. Obviamente la adquisición de esos conocimientos supone tiempo y dinero, por lo que el trabajo de entrenador debe ser remunerado, el problema es que en este país todo el mundo piensa que sabe y entiende el fútbol, por lo que, si uno pide algo de remuneración, siempre habrá alguien que lo quiera hacer gratis.

En cuanto a la segunda pregunta, es interesante, es algo que hablo mucho con mis jugadores. Muchos dicen que lo importante es divertirse, estoy de acuerdo, pero la clave es ¿cómo nos divertimos? Nos divertimos compitiendo y mejorando, ¿cómo mejoramos? Esforzándonos y dando el 100% y esto en muchas ocasiones desemboca en victorias y buenos resultados.

Por lo tanto es el esfuerzo lo que provocará que los jugadores se diviertan.

P. En las edades de formación, el “error” es un elemento natural dentro del aprendizaje de un niño. ¿Qué aspectos fundamentales debe tener presente el educador en la corrección?

R. Para mí el error, es el elemento fundamental para el progreso, pero más importante es saber hacer que el jugador entienda por qué ha cometido ese error y sobre todo, cómo podría solucionarlo la próxima vez, desde mi punto de vista la mejor metodología para trabajar sobre el error es el descubrimiento guiado. Con esta metodología son ellos mismos los que identifican su propio error y los que experimentan posibles soluciones hasta encontrar la mejor, esto provocará que el jugador entienda mejor las situaciones que se le presentan y los efectos que tendrán en el juego que ellos realicen una acción u otra.

Pondré un ejemplo, pongámonos en situación. Salida de balón desde abajo, equipo abierto en amplitud y profundidad, si el extremo viene a recibir, tiene que saber que su marcador vendrá con él, por lo que sus compañeros tendrán menos espacio para hacer una salida limpia de balón, pero a su vez tiene que saber que al arrastrar a su marcador estará abriendo un espacio que puede ser ocupado por un compañero para jugar el balón en largo, es curioso como niños de 8 años entienden esto y en base a sus opciones toman decisiones, en muchos casos acertadas. Obviamente, esto no se consigue en un día.

Sin embargo, si utilizamos el mando directo, diremos al niño “quédate abierto y no te muevas” el niño lo hará esa vez, pero no entenderá porque lo está haciendo por lo cual no aprenderá ni entenderá el fútbol.

P. ¿La velocidad es uno de los aspectos definitorios del juego actual? ¿Es procedente exigir velocidad en las acciones del juego desde las primeras edades de formación?

R. La velocidad es  muy importante, pero si siempre juegas rápido serás predecible y en muchas ocasiones impreciso, además sin espacios es muy difícil jugar rápido por lo que hay que crear el momento y el espacio adecuado para jugar rápido. Pienso que lo que debemos hacer es controlar los tiempos del partido, jugar horizontal o “lento” mediante repetición de pases en una misma zona para intentar atraer jugadores rivales y de este modo crear espacios en su defensa para pasar a jugar “rápido” o vertical y sorprender. Por lo tanto considero que lo verdaderamente importante es aprender a controlar las distintas velocidades del juego.

P. Dado que el fútbol es un deporte de habilidades abiertas, la metodología del entrenamiento táctico, ¿No debería basarse en juegos y ejercicios en los que el jugador tenga que estar buscando continuamente soluciones? Un jugador en baja forma ¿Puede ser eficaz en funciones específicas en un puesto determinado?

R. Completamente de acuerdo, hay que hacer reflexionar al jugador constantemente, nosotros trabajamos mucho el “antes, durante y después” hacemos entender al jugador que lo que está pasando en un momento determinado viene provocado por algo que hemos hecho con anterioridad y además a todo lo que hacemos le damos un sentido para crear situaciones que en un futuro nos favorezcan. Por ejemplo tocar en corto para atraer jugadores rivales y así encontrar espacios para progresar, otro ejemplo sería un ataque posicional, en el que a pesar de estar atacando, preparas posicionalmente a tu equipo por si pierdes el balón recuperar rápido.

P. La Academia de fútbol de Alcázar de San Juan dirigida a niños y niñas entre 6 y 18 años de edad cuyo principal objetivo fuera proporcionar un entorno de formación integral para sus alumnos. ¿Cuál sería la misión y el método de trabajo que pondrías en el caso de que tu fuera el Director responsable? ¿Cuántos alumnos piensas que tendría? ¿Qué beneficios aportaría a la ciudad?

R. Es un caso complejo, la Escuela de Fútbol de Alcázar es una de las más baratas de Castilla La Mancha y una de las que más jugadores tiene, con unos recursos a veces insuficientes para la cantidad de niños que maneja, es curioso ver como padres se quejan de que 140 euros es muy caro para todo un año, pero en verano pagan 150 euros por una semana de campus y están encantados. Pienso que la gente que está al frente de la escuela está haciendo un buen trabajo para los pobres recursos que tiene.

Dicho sea que es muy fácil ver los toros de la barrera, pienso que la Escuela de Fútbol necesita un presupuesto bastante mayor para funcionar a un porcentaje alto de su potencial.

Mi utopía en la Escuela de fútbol sería un mayor presupuesto para invertir en material humano y formación para los entrenadores, una menor ratio de alumnos por entrenador, lo cual desembocaría en una mayor atención para los jugadores. Además pienso que la escuela debe seguir una misma línea de trabajo, que todos sus entrenadores trabajen bajo una misma metodología y un mismo estilo. También pienso que sería fundamental situar a los jugadores por niveles, independientemente de la edad, obviamente respetando las categorías, pero si un Alevín A es muy superior cognitiva y coordinativamente a sus compañeros y sus rivales, ese jugador debe subir de categoría, para que siga encontrando nuevos retos y siga progresando, independientemente de que el Alevín A se quede sin su mejor jugador… Debemos mirar por el desarrollo del jugador.

Como anteriormente dije es un caso muy complejo y con el presupuesto que recibe la escuela por parte del Ayuntamiento, bastantes malabares hacen para que las cuentas estén saneadas y rendir a nivel deportivo como rinden.

Más en Entrevistas
Entrando en la página solicitada Saltar publicidad
Advertisement