ENCUENTROS EN LA CASTELAR

Hoy, con Victoria Carrazoni Quiralte, periodista que no para de crecer muy sensibilizada con las causas sociales

Por Antonio Leal Giménez

Nació el ducentésimo quincuagésimo día del año 1994, según el calendario Gregoriano. Fue de las últimas en venir al mundo en el Hospitalillo de Alcázar de San Juan y no tardó mucho en descubrir lo que era ser feliz en aquella plazoleta de la calle Benjamín Palencia, custodiada por un enorme abeto en su centro, que los vecinos solían decorar con adornos navideños nada más se acercaba la que siempre ha sido su época favorita del año. En aquella plazoletilla conoció a sus primeros amigos, con los que jugaba al  “escondite” y al "torito en alto”, y aprendió a montar en bicicleta, gracias a la paciencia y el cariño de su padre. Fue en el lugar donde por primera vez, se raspó la rodilla y descubrió lo que escuecen las heridas, que le dolían un poco menos con “el sana sanita” y los besos de madre.

En su casa rodeada de bambús que su padre había plantado en el jardín, aprendió a crecer junto a las personas que más quiere en su vida. Siempre ideando alguna nueva aventura con su otra mitad, su mejor amiga, su cómplice e incansable compañera de juegos, su hermana Carmina. Nana, todo amor, a la que quiere con locura, ha formado también parte de su vida y recuerda con mucho cariño los bocadillos de Nocilla que les preparaba para merendar, sus regañinas cuando se peleaba con su hermano Vidal, tan cariñoso como travieso, el pícaro más astuto que ha conocido.

Su colegio siempre fue las Trinitarias y cursó Bachillerato en el María Zambrano. Durante aquella época descubrió su pasión por las letras y el  amor por la literatura. Pronto comenzó a escribir sus propios cuentos. De hecho, el primero de todos ellos, lo escribió con 10 años. Recuerda una de las obras con las que ganó un concurso: “La elegía que nunca hubiera querido escribir Ramón Sijé”, porque a Victoria, siempre le ha gustado el poema que Miguel Hernández le dedicó a su mejor amigo a consecuencia de su repentina muerte, el poemario de temática amorosa titulado “El rayo que no cesa”.

Precisamente ese amor por las letras le condujo a estudiar Periodismo, pero su pasión por crear le ha llevado hasta la Publicidad. Le apasiona idear y encontrar la manera de hacer realidad cada una de sus ideas. Graduada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Comunicación Corporativa y Publicitaria expedido por la misma universidad. En su trayectoria profesional ha trabajado para Procter & Gamble, Philips o Telepizza, abarcando las más diversas funciones dentro del mundo de la comunicación. En la actualidad dirige y coordina la comunicación interna y externa de La Federación Española de NIÑOS CON CÁNCER, lugar en el que desarrolla campañas tan especiales como "Huérfilos" o "PaintGold", galardonada como "Mejor Campaña en Redes Sociales" en los X Premios Corresponsables en el año 2019. Una idea que creó desde su ordenador sin contar con un solo euro de presupuesto, y que ha llegado a más de 14 países en todo el mundo. Acaba de terminar su  primera novela titulada “Relat(vi)os” y su otro gran logro ha sido conseguir el cinturón negro 1º dan de karate.

Con nuestros lazos dorados recorreremos La Castelar para nuestro Encuentro de hoy.

PREGUNTA: Si tuvieras que destacar algunas cosas de Alcázar de San Juan, ¿Cuáles serían? Cuando solías subir al Cerro de San Antón  a hablar con las estrellas, ¿Hablabas con el corazón? ¿Cuáles eran los temas de conversación?

RESPUESTA. Si tengo que destacar algo de Alcázar no me lo pienso dos veces: nuestras tortas. Únicas en el mundo y tan buenas como sencillo es prepararse una deliciosa bizcochada. Tanto que siempre me dejo un hueco para degustarla… salvo cuando mi Yayi hace una de sus insuperables tortillas, en cuyo caso todo el hueco es para ella.

Aunque tengo que confesar que lo que más me gusta es ver cómo mis abuelos disfrutan con este postre y contemplar la sonrisa que se les dibuja.

Eso y nuestros molinos: Rocinante, Fierabrás, Dulcinea y Barcelona; justo antes del anochecer. Como bien dices… me encanta subir al cerro para hablar con las estrellas. Puede parecer una locura pero… me gusta pensar que mi tío Rafa y mi Nana están entre ellas. Desde ahí arriba siento que puedo contarles todo… y decirles lo mucho que les echo de menos. 

P.  ¿Cuáles son los rincones de Alcázar de San Juan que todavía permanecen en ti? ¿Por qué temas, con tu cinturón negro en la cintura, te dejarías la piel para defender a nuestro pueblo? Ahora como experta en comunicación y que muchos de tus sueños se han cumplido, ¿Cuál sería la sinopsis de tu próxima novela donde el espíritu de ser alcazareña sea el protagonista y que lo que escribas se convierta en realidad?

R. Hay tantos rincones… tantos recuerdos. La plazoletilla de Benjamín Palencia, el pozo “pindongo”, el parquecillo del Arenal, la avenida de los institutos… cada rincón de Alcázar forma parte de lo que soy ahora y me dejaría la piel por defenderlo. Tenemos una sanidad de primera, una gastronomía para chuparse los dedos, somos uno de los nudos ferroviarios más importantes del país y nuestras calles respiran las aventuras del caballero más famoso del mundo. No hay mejor tierra donde tener las raíces. 

En cuanto a esa novela que comentas me encantaría imaginar la manera de que mi espíritu se encontrara con el de Alonso Quijano para pedirle que, durante un día, me dejara disfrutar de esa maravillosa cordura suya. Sólo para ver cómo se contempla la realidad a través de sus brillantes ojos. 

P. Ahora, un paseo por toda la experiencia que llevas acumulada en Comunicación. ¿Cómo suena tu voz en la radio? ¿Cómo se elaboran contenidos en las redes sociales? ¿Cómo se gestiona una plataforma digital de un periódico? ¿Cuáles son tus funciones principales como responsable de Comunicación en FEPNC?

R. ¡Quiero pensar que mi voz suena bien! (Risas) Aunque lo cierto es que ésta es una pregunta que tendrían que responder aquellos que alguna vez me hayan escuchado. Para mí fue un honor poder iniciarme en este precioso mundo en los estudios de Onda Cero de Alcázar y sería un orgullo que el eco de mi voz aún resonara por ahí. 

Con respecto a las redes sociales, todo contenido debe elaborarse con creatividad y originalidad, atendiendo muy bien las necesidades de la entidad por la que comunicas y las características del público al que te vas a dirigir. Son una herramienta muy poderosa y con muchísimo potencial que te serán de gran ayuda si sabes adaptarte a ellas. 

En cuanto a lo de gestionar una plataforma digital de un periódico, creo que la clave está en la dedicación. Es un trabajo que requiere de muchísimo esfuerzo, organización, compromiso y, sobre todo, grandes dosis de ilusión. 

Durante más de dos años he dirigido y coordinado la comunicación interna y externa de NIÑOS CON CÁNCER, organizado eventos institucionales, gestionado las redes sociales, ideado campañas de comunicación y publicidad que posteriormente he difundido entre los medios, creado conceptos publicitarios y pintado cada una de las piezas corporativas, diseñado el merchandising, gestionado la página web y realizado labores de relaciones públicas. Además de encargarme de la redacción de las memorias anuales, informes y discursos corporativos.

P. Pero no es la Comunicación lo único que te apasiona… ¿Qué se siente una al terminar su primera novela? ¿Cuándo podremos leerla? ¿Puedes contarnos algo acerca de ella?

R. Es curioso que siendo escritora no encuentre las palabras precisas para explicar lo que sentí… pero, si tengo que elegir, me quedo con satisfacción; una maravillosa sensación de plenitud. 

Supongo que cuando escribimos lo hacemos porque sentimos la imperiosa necesidad de crear algo para luego dejarlo marchar. Pero conservando una huella imborrable, como un pequeño pedacito de eternidad. 

Ahora estoy en vías de publicarla… así que lo único que puedo adelantar es que es una novela muy psicológica que ahonda en el pensamiento y en los sentimientos de sus personajes, más allá de sus actos. Porque siempre he creído que todo lo que llevamos dentro es lo que somos, siendo lo que hacemos lo que nos determina.  

P. ¿Qué significado tiene un lazo dorado? ¿Cómo es un 15 de febrero de cada año desde que en Luxemburgo en el año 2001 fue declarado día del Cáncer Infantil por la Organización Internacional de Cáncer Infantil?

R. El lazo dorado es el símbolo del cáncer infantil y representa la valentía de todos los peques que cada día enfrentan esta enfermedad. 

Cada 15 de febrero es un día que conmemorar y por eso cada año desde Niños con Cáncer se realiza una demanda sanitaria al Gobierno con el objetivo de cubrir las carencias que se hayan detectado en el sistema a través de las familias afectadas que conforman la organización. Mi cometido es crear una campaña que suene tan fuerte y tan alto que se escuche en todo el país, para así poder conseguir nuestro objetivo. 

P. ¿Cuál es la incidencia de cáncer infantil en España? ¿Cuáles son los tipos de cáncer infantil más frecuentes? ¿Cuáles son los factores de riesgo?

R. Cada año se diagnostican 1.500 nuevos casos de cáncer infantil en nuestro país, siendo la primera causa de muerte por enfermedad en menores. Los tipos de cáncer infantil más frecuentes son las leucemias, los tumores del sistema nervioso central (SNC), y los linfomas. 

En cuanto a los factores de riesgo, síntomas… son temas delicados que es mejor dejar en manos de los profesionales sanitarios.

P. ¿Cómo se debe informar a una familia con hijos con cáncer de la enfermedad? ¿Cómo se debe informar a un niño o niña de su enfermedad? ¿Cómo afecta a las familias todo el proceso de diagnóstico y tratamiento del cáncer infantil?

R. La verdad es que no me siento con la “legitimidad” de responder a esta pregunta de manera general, ya que creo que es posible que algún psicólogo o psicóloga se me echase encima (y con razón). Pero si respondo a nivel personal creo que la manera de transmitirle semejante noticia a unos padres es con humanidad. 

Que sientan que les está hablando una persona que sentiría el mismo miedo y dolor que están sintiendo ellos si hubiese recibido el mismo diagnóstico de sus hijos. Que sientan que si de pronto tambalea el suelo y se vuelca su mundo pueden apoyarse en los brazos de quien acaba de decírselo. Que se rompa esa distancia y ese vacío que existe en el eco de las palabras que acabaran de sonar… no sé. Sentir que no estás solo en ese momento ni en ningún otro de los que tendrás que enfrentar. 

En cuanto al peque… creo que hay que hacer un importante ejercicio de empatía para poder transmitírselo desde su perspectiva. Ya no solo por su edad, sino porque cada niño y niña son un mundo y debes adaptarte a lo que ellos ya son. Al final sus padres son los que mejor les conocen y los que seguro lo harán bien. 

Un diagnóstico de cáncer es duro, un diagnóstico de cáncer infantil es demoledor. Y la manera en la que afecta a cada familia es única.

P. ¿Cómo te gustaría que fuese el día a día de estos niños y niñas y sus familiares? Ante el cáncer infantil, la sociedad en general y cada uno de nosotros, ¿Qué podemos hacer cada día? ¿Qué cambio es necesario que se produzca?

R. Me gustaría que fuese normal. Con lo bueno y lo malo que tiene cada día, porque creo que esa es la esencia de la vida y lo que precisamente nos enseña cómo vivirla. 

El problema es que estas familias se enfrentan a una situación que no lo es -el cáncer infantil es una enfermedad rara- y que resulta tremendamente complicada. A menudo los familiares, amigos, conocidos… no saben cómo reaccionar, como comportarse, y toda la realidad parece cambiar de golpe y de manera radical.  

Por eso creo que lo mejor es hacer lo posible por reducir el impacto del cambio que experimenta cada uno de los días de esa familia. Estar a su lado, acompañarles, pero de la misma manera que lo haces con las personas que quieres y te importan. Sabiendo adaptarte a cada situación o necesidad que pueda surgir. 

Ser conscientes de que esta realidad existe y de que todos estamos en el mismo equipo. 

P. ¿Cómo te sientes trabajando con este colectivo? ¿Es posible inmunizarse contra las desgracias ajenas para poder seguir trabajando?

R. Creo que ésta es una cuestión muy personal y no pongo en duda que haya personas que puedan hacerlo, pero para mí me resulta imposible inmunizarme contra aquello que afecte a lo que me importa. 

Lo que sí que creo es que cada uno de nosotros tenemos una especie de “superpoder” en nuestro interior que nos permite adaptarnos a cualquier circunstancia y luchar por que sea mejor. 

No es una batalla que se gane o que se pierda, es una vida que se vive con todas nuestras fuerzas. Y yo me siento bien invirtiendo las mías en esta causa.

P. ¿Cuál es tu actitud y metodología  en un contexto receptivo al pensamiento creativo y a las nuevas ideas? ¿Hay fórmulas para estimular la creatividad en tu  trabajo? ¿Qué papel le cabe a la tecnología en el estímulo a la creatividad?

R. La creatividad es mi combustible. En un contexto en el que puedo pensar y dejar fluir mis ideas me siento imparable, capaz de llegar tan lejos como alto vuele mi imaginación. 

Y aunque no creo que exista una fórmula como tal para estimularla, a nivel personal lo que mejor me funciona es estar tranquila, sin nervios ni presión, y con la mente muy abierta a cualquier idea que se me ocurra. 

La tecnología es una herramienta que permite pensar “a lo grande”, ya que posibilita llevar a cabo ideas que antes parecían irrealizables. 

P. Tu primera campaña en Niños con Cáncer fue “Huérfilos”, la palabra que creasteis para denominar a todos los padres que han perdido un hijo. Una palabra única en el mundo dado que nunca antes ningún idioma se había atrevido a ponerle nombre a una realidad semejante. ¿Cómo se te ocurrió esta idea? 

R. Esta campaña es muy especial para mí, ya no solo por su significado, sino por la persona con la que la hice realidad, Iban Retegi. Un grandísimo creativo y el mejor compañero de vida del mundo. 

Desde el principio hemos creído en la importancia de crear “huérfilos” para visibilizar a todos esos padres y madres que hasta ese momento no tenían una palabra para nombrarles, para llenar ese vacío léxico que tanto vacío representa. 

Y por eso nuestro objetivo es que la Real Academia Española la contemple en el  diccionario, para que esas personas sientan que ya no son invisibles y que no están solas a la hora de enfrentar tan terrible realidad. 

P. También desde Niños con Cáncer ideaste y creaste la campaña “Nunca crecer antes de tiempo”, para tratar de explicarle al mundo que los adolescentes ya no son niños, pero que tampoco son adultos. Una edad que se vuelve mucho más complicada cuando te diagnostican cáncer. ¿Por qué crees, relacionado con ello, que Peter Pan no quería crecer? ¿Por qué los niños afectados necesitan un lugar apropiado donde poder crecer? ¿Cuáles fueron los resultados obtenidos de esta campaña?

R. Creo que Peter Pan no quería crecer porque temía perder la ilusión. Esa que te hace creer hasta en la magia y que solo se tiene en la infancia.

La adolescencia es complicada, pero lo es mucho más cuando te diagnostican cáncer. Porque entonces se dan una serie de circunstancias muy concretas con las que tienes que aprender a lidiar y para ello resulta fundamental sentir que se tiene un lugar donde poder hacerlo. 

Gracias a “Nunca crecer, antes de tiempo” la ministra de Sanidad de por aquel entonces se comprometió con nuestra causa y a los pocos meses de lanzar la campaña se crearon las primeras Unidades de Oncología Específicas para adolescentes e nuestro país.

P. Ese mismo año diste un paso más con la campaña #PaintGold, una iniciativa englobada dentro de la campaña mundial, ‘¡Enciende la Esperanza!’, surgida desde Childhood Cáncer International y fomentada en España por la Federación Española de Padres de NIÑOS CON CÁNCER. ¿Cómo te nació la idea? ¿Cuáles fueron las etapas en tu proceso creativo? ¿ Cómo supiste que estabas ante una gran idea?

R. Tenía que encontrar la manera de que la sociedad se concienciara sobre la problemática del cáncer infantil y que interiorizara que el color que simboliza esta causa es el dorado. Siendo esto así y teniendo en cuenta lo muchísimo que me gustan los juegos de palabras, se me ocurrió crear el reto del “paintgold”, haciendo referencia a la conocida práctica del “paintball” que consiste en dispararse bolas de pintura. 

Para practicar el #paintgold, en cambio, la persona solo tendría que pintarse dos rayitas en la cara y subir una fotografía a sus redes sociales en apoyo a todos los peques que padecen esta enfermedad, para que sepan que no están solos en esta lucha. 

Lo cierto es que la idea me gustó muchísimo desde el principio y creí en ella desde el mismo momento en el que la creé. Pero es verdad que siempre siento muchísimo cariño por ellas, porque al final son ideas que se me ocurren desde el corazón. 

Supongo que terminé de convencerme de que era buena cuando pude ser testigo de la maravillosa acogida que tuvo entre el público. Y lo mucho que ha brillado esta causa gracias a cada una de las personas que se han unido a ella. 

P. #PaintGold ha sido galardonada como la «Mejor Campaña en Redes Sociales» de la X Edición de los Premios Corresponsables que han recibido más de 600 iniciativas procedentes de 14 países.  ¿Cómo te sentiste en la ceremonia de premios internacional que se celebró en el Aula Magna del IESE Barcelona? ¿Cómo se consigue que con apenas un sencillo gesto, dos rayitas doradas pintadas en la cara, les recuerde a todos los peques que cada día no están solos en esta historia? ¿Qué siente una joven alcazareña cuando conoces que su idea ha sido la mejor compitiendo con campañas como las presentadas por Sanitas, Portaventura, Generalitat Valenciana, Leroy, Elecnor, MSD, Liberty, KLM,  Sonrisas de Bombay o Afanias?

R. Me sentí muy orgullosa y, sobre todo, inmensamente feliz. 

Fue increíble, fue… no sé, algo así como la culminación de una lucha. Aunque todavía no haya terminado y quede mucho trabajo por hacer, después de tanto esfuerzo, de tanta ilusión… ¿Sabes? Una se cree que es demasiado pequeña como para intentar cambiar algo de este mundo y de repente se ve en un escenario ante cientos de personas dándole voz a una causa tan importante como lo es el cáncer infantil. 

Con un montón de ojos abiertos como platos, con un montón de corazones latiendo al unísono por un mismo objetivo: recordarles a esos peques que cada día nos enseñan que detrás del miedo siempre hay una oportunidad, que también hay esperanza. 

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