ENTREVISTA. Carlos Bonilla, presidente del Consejo Regulador de la D.O. La Mancha

“Las bodegas tienen que reinventarse y aguantar para que los vinos manchegos recuperen pronto su posición en los mercados”

Obligadas a reinventarse en tiempos de pandemia, a trabajar duro y a invertir para no quedarse atrás, las bodegas de la D.O. La Mancha llegan este año a San Andrés expectantes, pendientes de la Navidad y mirando a 2021. La cosecha ha sido buena, la uva ha entrado en condiciones muy favorables y los vinos podrán aguantar tiempo suficiente para posicionarse de nuevo en los mercados internacionales. Para el presidente del Consejo Regulador, Carlos Bonilla, los seis primeros meses serán determinantes. Mientras, tal y como explica en la siguiente entrevista con elsemanaldelamancha.com, el sector y la propia D.O. deben apostar por nuevas formas de promoción y negocio. Las ferias virtuales, las catas on line, el comercio electrónico, las plataformas de venta en Internet han llegado para quedarse.

PREGUNTA. Este lunes se celebra San Andrés y por primera vez en muchos años, no asistiremos en la capital de España a la presentación de los vinos jóvenes de esta añada. El covid y las limitaciones nos obligan a una gala virtual en la que, como es habitual, se entregarán los Premios Jóvenes Solidarios ¿Qué puede decirnos de la gala de mañana?

RESPUESTA. La gala de mañana es otro claro ejemplo de adaptación a las circunstancias actuales. Afortunadamente, las nuevas tecnologías de la comunicación nos permiten seguir conectados y el acto podrá seguirse vía streaming por las redes sociales. Este evento es para el Consejo Regulador una de las actuaciones promocionales más importantes del año y haremos todo lo que esté en nuestras manos para llegar al público y no perder presencia en los mercados.

(La emisión en directo podrá seguirse a través de los canales https://www.facebook.com/vinosdelamancha y www.youtube.com/vinodelamancha))

P. Hablando de vinos jóvenes ¿Qué tal va a ser esta campaña?

R. La cosecha ha sido abundante y creo que hemos conseguido salvar la campaña. La uva ha sido buena, ha entrado en bodega en muy buenas condiciones fitosanitarias y con la acidez adecuada y eso se está empezando a observar en los vinos que ya están terminados. Son vinos con buena acidez y mucho recorrido; y eso les va a permitir aguantar hasta el final de campaña para volver a ser competitivos en los mercados. Pero las bodegas somos realistas, la incertidumbre está ahí y nadie sabe qué va a pasar. Tenga en cuenta que vamos a llegar a la Navidad con existencias que habitualmente no tenemos, sobre todo con vinos de calidad media alta que normalmente se destinan a la hostelería. Ese vino suele acabarse cada campaña, pero este año no va a ser así. Hemos obtenido un volumen de vino bastante grande con respecto a otras zonas de producción y tenemos a nuestro favor la buena relación calidad-precio, pero habrá que ver cómo evoluciona la pandemia y qué medidas adoptan los gobiernos.

P. Imaginamos que esa incertidumbre depende en gran medida del comportamiento de los mercados exteriores, principalmente el asiático…

R. Así es, vivimos momentos de incertidumbre, pero esperamos poder recuperar nuestra actividad y presencia en los puntos de exportación donde los vinos manchegos ya estaban bien situados en 2019. Los seis primeros meses de 2021 serán determinantes… Pero somos optimistas. Los mercados asiáticos, especialmente el chino, es para nosotros muy importante. Piense que todos los años vendemos en China entre 7 y 8 millones de litros y, para nuestras bodegas, es fundamental recuperar esas ventas. Yo quiero ser positivo, China parece haber controlado el virus mejor que nosotros y la situación poco a poco se va normalizando. Las ferias a las que habitualmente asistimos se van a celebrar, aunque en principio limitadas a los europeos, pero estaremos presentes con videocatas, enviando nuestros vinos y con personal de allí. Como le decía antes, no queda más remedio que reinventarse y adaptarse a las circunstancias.

P. Ha hecho usted antes referencia a las dificultades que están teniendo los vinos de calidad media alta debido al cierre y restricciones en la Hostelería. ¿De qué bajada en las ventas y consumo estamos hablando?

R. Podemos decir que la bajada de los embotellados va a ser aproximadamente del 20%. La situación no es buena, pero tampoco es catastrófica. El descenso no ha sido finalmente tan malo como pensábamos al principio de la pandemia, lo que no quiere decir que la situación no sea grave.  Actualmente, tenemos mucha incertidumbre sobre la campaña de Navidad, en la que se suele vender mucho vino… Los meses pasan y el virus no acaba de estar controlado. Todo depende de las medidas que se impongan. Si la hostelería sigue cerrada y los encuentros sociales siguen limitándose, la bajada seguirá agravándose… Pero el dinero está ahí y, de cara al año que viene, cuando el virus esté controlado, pensamos que el consumo podrá dispararse.

P. Pero entonces ¿Qué es mejor, hacer embotellados de prestigio y apostar por las marcas o hacer vinos cómodos para un consumidor menos exigente?

R. El esfuerzo por la calidad de esta Denominación de Origen debe mantenerse, no debemos retroceder aunque sea cierto que en estos tiempos de pandemia y debido a la crisis de la Hostelería resulta más complicado que otros años vender los vinos prestigiosos. Lo más recomendable es diversificar la producción, apostar por las marcas que se venden muy bien a través de internet, y al mismo tiempo tener presencia en los lineales de las grandes superficies. El esfuerzo por la calidad no debe retroceder.

La venta on line está consiguiendo que el vino llegue de la bodega al propio domicilio, pero sólo si son marcas conocidas. Nadie compra on line marcas no posicionadas o poco conocidas, sin embargo las marcas destacadas tienen mucho éxito en el comercio electrónico.

P. Suponemos que el consumo de vino, por lo tanto, también ha descendido…

R. Bueno, el vino que se consume en Hostelería, sí, obviamente; pero no así el que se compra en el supermercado o en la tienda. Tenga en cuenta que en los meses de confinamiento, aumentaron las ventas y el consumo en los domicilios.  Además, creo que una vez termine la pandemia, el consumo se va a disparar.

A la hora de hacer este análisis, es importante observar la variación que existe entre el consumo y las existencias mundiales. En agosto teníamos una variación de 50 millones de hectólitros, es decir ya sobraban 50 millones de hectólitros de la campaña anterior. Esa variación actualmente sigue creciendo y no se resolverá hasta dentro de unos meses, en cuanto China comience a consumir. Las existencias están ahí y lo importante es recuperar el consumo, pero todo depende, como decíamos antes, de la evolución de la pandemia.

P. Para terminar, cuál sería su mensaje para el sector de cara a los próximos meses. ¿Qué va a pasar en 2021?

R. Nadie sabe con claridad qué es lo que va a pasar. Yo espero que todo termine pronto y podamos controlar y recuperar la situación. Volver a la normalidad. Quiero ser optimista. Por eso le digo al sector que siga trabajando para estar preparado cuando pase la pandemia. Porque llegará el momento en que se dispare el consumo… Tenemos que reinventarnos, adaptarnos a las nuevas formas de negocio y coger impulso para afrontar 2021 de la mejor forma posible. El que hoy sea capaz de hacer el esfuerzo mañana tendrá resultados. El agricultor ha vendimiado, ha llevado sus uvas a la cooperativa y el industrial las ha pagado y ha hecho sus vinos. Esto es un producto perecedero y tenemos que seguir. No podemos pensar en cerrar. Hay que aguantar y seguir luchando.

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