ENCUENTRO CON NUESTROS MAYORES

Paquita Micó Jiménez, una mujer generosa

Por Antonio Leal Jiménez

En una tarde primaveral, nos encontramos con Doña PAQUITA MICÓ JIMÉNEZ, en su lugar preferido de Alcázar de San Juan. Se trata del Pretil de la Trinidad. Comienza hablándonos de las sensaciones que experimenta cada Viernes Santo al ver salir al Nazareno por la portada de la iglesia. Es un acontecimiento sublime _nos dice_ . Paquita, es una señora septuagenaria que rebosa simpatía, amabilidad y muy servicial. Estamos ante una gran persona que desde muy joven tuvo que hacer frente a la vida con su trabajo. Siempre sonriendo desea lo mejor para los demás y actúa en consecuencia. Ha vivido en varios lugares de España, pero para ella, Alcázar es el más “hermoso” de todos y no lo cambia por ninguno.

PREGUNTA: ¿Cómo definirías que una persona es mayor?

R. En la época actual me resulta difícil dar una respuesta a la pregunta, dado que ahora las personas mayores se cuidan mucho. Participan en acciones sociales, hacen deporte, solo tienes que darte un paseo por la “ruta del colesterol” para ver la cantidad de personas mayores que te encuentras. Una persona de 80 años si no tiene enfermedades se encuentra estupendamente y afronta la vida con optimismo. Cada persona envejece a su manera y, a su propio ritmo. De ahí, el dicho conocido, de que uno es tan joven como se siente.

P. El paso del tiempo ¿te ha enseñado a relajar tu carácter y a relativizar las cosas? ¿Cuáles consideras que son los rasgos más importantes del carácter que hay que tener para una feliz convivencia?

R. Efectivamente, el paso del tiempo me ha enseñado a no dar tanta importancia a las cosas. Todo se ve con más tranquilidad y generalmente se piensa que pocas cosas merecen la pena para perturbarse. El respeto, la educación y compartir los valores que me inculcaron mis padres para hacer felices a los demás, son los rasgos que considero más importantes.

P. Me gustaría conocer qué significan para ti las siguientes palabras: felicidad, solidaridad, amistad, amor.

R. Las pequeñas cosas pueden hacerte muy feliz. Recuerdo que esta Semana Santa, hice un potaje que compartí con mis hermanas y que por cierto, me salió muy rico, y toda la mañana, pensando en ellas fui muy feliz. El ser solidario es algo que nos concierne a todos y es una manera de ser y actuar en la vida. Personalmente me gustaría tener una actitud más solidaria.

La amistad es uno de los soportes más importantes de la vida. De pequeña fui al colegio de la Ferroviaria. Todavía conservo amigas de entonces y cuando nos vemos nos contamos nuestras vivencias. Respecto al amor, creo que nos inspira y motiva, pero también tiene la vertiente del dolor.

P. ¿Cuáles son las lecciones más importantes que has aprendido en la vida? ¿Consideras que hay que decir siempre lo que se piensa?

R. En momentos de crisis es cuando me he dado cuenta de lo que realmente es importante en la vida. Las personas hemos venido al mundo a tratar de ser felices, por eso para mí, lo mejor es no meterme en líos. Lo más importante es saber respetar las opiniones de los demás. A veces ser honesto no es bueno y decir la verdad puede resultar contraproducente.

Decir la verdad puede ser tan malo como decir la mentira. A veces, decir lo que uno piensa si te lleva a enfadar a la persona con la que estás hablando, creo que no merece la pena. Es mejor conservar la amistad y ser educada.

P. ¿Crees que hacerse mayor es algo positivo y no es un problema, sino un reto? ¿Qué te hubiera gustado hacer y aun no lo has realizado?

R. Dicen que a partir de los 65 años los niveles de felicidad son mayores y que somos capaces de enfrentarnos mejor a los conflictos de la vida porque tenemos las cosas más claras. La edad no la marcan los años, sino nuestra forma de adaptarnos a la vida. A pesar de que perdemos algunas de nuestras capacidades, para mí lo más importante es tener una buena salud.

Ser mayor conlleva envejecer y nuestro aprendizaje se encuentra en nosotros mismos. Siempre me ha gustado subir en globo. Siempre me lo he imaginado como una mezcla de miedo y emoción disfrutando de paisajes. Me temo que, a estas alturas, ya no es posible hacerlo.

P. ¿Eres de las que no cumplen años porque siempre quieres ser joven? ¿Qué pensamientos te vienen a la cabeza cada vez que cumples años?

R. La verdad es un tema que no me quita el sueño. Cada vez que es mi cumpleaños observo mi corazón y permanece igual, parece que no se hace viejo, por lo menos no lo noto. La felicidad no depende de cumplir o no años, sino de pensar de una determinada manera. Todas las edades son bonitas y personalmente las afronto de igual manera. Ahora pienso más en mis padres y en mi marido (q.e.p.d), ya que siempre era un día de celebración.

P. ¿Cuándo te dicen que eres mayor para hacer alguna cosa, ¿cómo reaccionas? ¿Has sentido que la vida se pasa en un abrir y cerrar de ojos? ¿Crees que cualquier tiempo pasado fue mejor?

R. Es un tema que no me preocupa, como ya he dejado claro anteriormente. Teniendo una vida normal, como es mi caso, no me doy demasiada cuenta que pasa muy deprisa. Cuando me encuentro nostálgica, recuerdo con interés el pasado y lo tengo un poco idealizado. Aunque el futuro sea incierto, trato de vivir el presente disfrutando las oportunidades que me brinda la vida.

P. ¿Cómo era Alcázar en tu juventud? ¿Cuál es tu primer recuerdo? En la actualidad, ¿ recurres a menudo a alguna ocupación artística que te permite mantener sosiego

R. Mi primer recuerdo es paseando por la Castelar y jugando en la Placeta de Barcelona ya que en esos lugares pasé gran parte de mi infancia. Alcázar era una ciudad cosmopolita en todo su apogeo y había gente de muchas procedencias. La RENFE estaba en todo su esplendor y había mucho ambiente. La verdad es que soy un poco vergonzosa y me cuesta hablar en público, suelo ir al teatro, conciertos y exposiciones y todas las manifestaciones culturales que se programan. Me gusta la música y paso algunos ratos disfrutando de ciertos programas en la televisión.

P. Vivimos en una cultura obsesionada por la juventud que está constantemente tratando de decirnos que ya estamos más o menos caducos. ¿Está la experiencia en la vida devaluada? ¿Qué mensaje te gustaría transmitir a los jóvenes?.

R. En el entorno que me desenvuelvo no observo esta obsesión que mencionas. La educación que he recibido de mis padres me ha hecho crecer en un ambiente de libertad y pienso que los jóvenes en la actualidad están mucho mejor formados. Mi último mensaje va dirigido a decir a los jóvenes que, no dejen de aprovechar las oportunidades en formación que tienen a su alcance, y se preparen bien para que puedan alcanzar los objetivos personales y profesionales que se planteen

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