La Audiencia Provincial de Ciudad Real, en su Sección Primera, ha condenado por unanimidad a H.D.G.R.T., como autor responsable de un delito continuado de abuso sexual a una menor, a la pena de diez años y un día de prisión. Asimismo, se impone al procesado la prohibición de acercarse o aproximarse a la menor, M. L.S. R, a una distancia inferior a 300 metros del lugar donde se encuentre, así como la prohibición de comunicarse con la misma por cualquier medio o procedimiento, por tiempo de 12 años.
La Audiencia también ha impuesto al procesado a una medida de libertad vigilada por un periodo de 6 años a partir del cumplimiento de la pena, sin concreción de su contenido en este momento, y a indemnizar a la víctima en la cantidad de 6000 euros.
Según los antecedes de hecho, el procesado, nacido en 1978, mayor de edad y con antecedentes penales no computables a efectos de esta causa, con ocasión de su trabajo como feriante, y aproximadamente en abril de 2017, entabló relación con la menor, nacida en 2003, en la localidad de Mora (Toledo), residencia de la menor, cuando contaba con catorce años.
Asimismo, consta probado que desde el mes de abril de 2017 mantuvo relaciones sexuales completas, “con penetración y sin uso de preservativo” con la menor de edad hasta el día anterior al catorce de noviembre de 2018, y según reza textualmente la sentencia, “el procesado obtuvo el acceso carnal con la menor sin empleo de violencia o intimidación”. Se apunta también que M. L.S. R “nunca ocultó su edad a H.D.G.R.T. quien, a pesar de tal conocimiento, mantuvo continuadamente relaciones sexuales completas en dicho periodo”.
Llegada la fecha próxima a su quince cumpleaños, el 16 de octubre de 2018, "convinieron convivir en la habitación alquilada por él en la localidad de Herencia (Ciudad Real). La menor de edad mintió a su madre, contándole iba a trabajar de niñera, lo que la madre en principio no creyó”. Según los antecedes de hecho, el procesado fue a buscar a la menor en coche, sobre las diez de la noche, a la localidad de Mora, conducido por una mujer cuya identidad no consta, y desde allí, la menor de edad fue llevada a la localidad de Herencia, donde convivió con el acusado, en una habitación de un piso compartido, sito en esta localidad.
Asimismo, la madre de la menor, de quince años recién cumplidos en dicha fecha, interpuso denuncia de desaparición y el día 12 de noviembre de 2018 recibe una llamada procedente de un teléfono móvil, el cual se comprobó que pertenecía al arrendatario propietario de la vivienda en la que el procesado alquiló una habitación, poniendo de manifiesto la presencia de la menor en dicho domicilio. Una vez localizado por los agentes y confirmada la presencia de la menor, el día 14 de noviembre de 2018 fue localizada en compañía del procesado por la Guardia Civil.
Según la sentencia, “el propio procesado reconoce los hechos en su conjunto, inicio de la relación y relaciones sexuales mantenidas, alegando, en relación con los mismos, el desconocimiento de la edad de la menor”.
Contra esta resolución puede interponerse recurso de apelación ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha
