Dentro de las acciones que se realizan de manera rutinaria en la Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP), para su correcto funcionamiento y ofrecer el mejor servicio de agua en el municipio, se ha llevado a cabo la renovación de 60 membranas de nanofiltración de dos de las tres líneas de tratamiento existentes. El restante se cambió en noviembre de 2019.
Unas actuaciones, incluidas en el Convenio de Gestión del Ciclo Hidráulico, que tal y como ha explicado el concejal del Servicio, José Manuel Bolaños Viso, han conseguido una mayor producción de agua en la planta de tratamiento, ya que las nuevas membranas son más eficientes y permiten tratar más volumen de agua. Lo que se traduce en una mejor calidad del agua suministrada a los vecinos del municipio y una gestión más eficiente de los recursos hídricos, ya que la cantidad de agua de rechazo se minimiza.
Mediante la nanofiltración se consigue hacer pasar el agua a través de una membrana semipermeable a una determinada presión de forma que se produce una separación basada en el tamaño de las moléculas que pueden atravesar dicha membrana. En concreto, en el caso de Herencia, el principal objetivo que se busca es la reducción de sales (sulfatos y nitratos) disueltas en el agua de la captación. Además, desde EMASER, recalcan que con esta tecnología, se consigue entre otros objetivos, un ablandamiento del agua o la eliminación del color, de pesticidas y metales pesados que pueda contener el agua.
Desde Emaser insisten en que la calidad del agua se puede contrastar en los análisis que se llevan a cabo mensualmente y que pueden ser consultados el tablón de anuncios del Ayuntamiento.
