Durante las últimas horas gran parte de España ha estado sufriendo tormentas que han dejado lluvias torrenciales ocasionales. Las temperaturas diurnas registradas están siendo más frescas, debido a la nubosidad, humedad y precipitaciones, mientras que las nocturnas permanecen por encima de lo normal en varias zonas. Sin embargo, esta situación cambiará la próxima semana, tal y como lo afirma Víctor González, experto de Meteored (tiempo.com).
Análisis de Víctor González, experto de Meteored (tiempo.com)
V. González.- Se espera que un frente frío deje nubosidad y precipitaciones en la vertiente atlántica, así como tormentas en la mediterránea. Pero, tras el fin de semana, una potente dorsal en niveles medios y altos se establecerá sobre la Península Ibérica, dando lugar a un prolongado periodo de estabilidad y un posible patrón de bloqueo.
Aunque el periodo de duración de esta dinámica estival no está determinado, podríamos afirmar que octubre comenzará también cálido y seco, pero con una particularidad: a mediados de este mes, la dorsal se desplazaría hacia el este, facilitando la llegada de bajas y frentes a la vertiente atlántica.
Precipitaciones que sobrepasan la media
Es probable que las precipitaciones de la Península Ibérica se sitúen por encima de lo normal este otoño, especialmente en la vertiente atlántica. La presencia de esta dorsal que nos afectará durante las próximas semanas podría dejar un otoño significativamente más cálido de lo normal en toda la península.
Además, los mares se encuentran muy por encima de su temperatura habitual y las masas de aire que proceden tanto del Atlántico como del Mediterráneo son especialmente cálidas y húmedas.
Predicciones estacionales
Debemos de tener en cuenta que los modelos de predicción estacional no funcionan como los modelos a medio y corto plazo. Su escala de tiempo y área de predicción son mucho mayores y no sirven para predecir fenómenos meteorológicos concretos, sino patrones y comportamientos.
Son importantes a la hora de comparar con análogos y el estudio de fenómenos como el Niño, la NAO u oscilaciones de Madden-Julian. De momento, sólo se emplean para predecir tendencias de evolución de parámetros como temperatura, precipitación o presión a escala sinóptica y la probabilidad de superar ciertos umbrales.